Cuestiona
Scarlett Johansson se enfrenta al futuro
“Si estamos todos aterrorizados por el futuro, ¿por qué seguimos caminando en esa dirección?”, se pregunta Scarlett Johansson al presentar “Ghost in the Shell”, un filme que proyecta un turbio mundo regido por la tecnología, los “hackers” y una sombría relación entre el hombre y la máquina. “Creo que el entorno creado en ‘Ghost in the Shell’ es tan convincente que no parece que esté muy lejos de nuestro alcance. Nos da ideas para reflexionar”, cuenta la actriz en una entrevista sobre la película que se estrena el viernes próximo en México y Estados Unidos.
Entonces, ¿estamos preparados como sociedad para afrontar los desafíos que nos acechan? “Claramente no, si estamos todos aterrorizados. Buena suerte para todos nosotros”, bromea con tono ácido. El desarrollo extremo de la inteligencia artificial, el derrumbe de la privacidad y la invasión tecnológica a todos los niveles son algunos de los dilemas que plantea “Ghost in the Shell”, dirigida por Rupert Sanders (“Blancanieves y el cazador”, 2012) y en cuyo reparto Scarlett aparece escoltada por Juliette Binoche, Michael Pitt, Pilou Asbaek y Takeshi Kitano.
El proyecto “me pareció muy abrumador. La película es introspectiva pero también es violenta y fría”.
Hablar de “Ghost in the Shell” es hablar de palabras mayores del manga. Creada por Masamune Shirow, esta serie japonesa de cómic “cyberpunk” cautivó al público por sus debates filosóficos y fue la génesis de numerosos contenidos derivados, entre los que destacaron las dos aclamadas películas de animación de Mamoru Oshii: “Ghost in the Shell” (1995) y “Ghost in the Shell 2: Innocence” (2004).
Con constantes guiños más o menos ocultos a la primera de las cintas de Oshii, la nueva versión en carne y hueso Major (Scarlett Johansson), una “cyborg” diseñada para servir en un cuerpo de élite policial. Considerada como la primera de una nueva evolución de la fusión entre el ser humano y las máquinas, el mundo de Major se vendrá abajo al descubrir nuevos aspectos sobre la naturaleza de su identidad y su pasado. “Tuve un montón de conversaciones con Rupert Sanders. Intenté averiguar cómo podía entrar en este personaje y crear algo que fuera más multidimensional”.
Por su parte, la intérprete investigó sobre la amnesia para tratar de entender los conflictos que abruman a Major. Opina que no tener recuerdos fiables sobre tu pasado lleva a una existencia “muy difícil y aislante”, y adelanta que cuando Major “comienza a desconectar” de la realidad que le fue dada empieza a acercarse a quien es verdaderamente.