Combate los síntomas extraños del estrés
El estrés es una respuesta natural e instintiva de nuestro cerebro que tiene un fin muy concreto: conseguir que reaccionemos ante uno o varios estímulos que considera peligrosos.
Ahora bien, no tenemos por qué ver esta respuesta emocional como algo negativo.
El estrés que se controla, que se regula y que se canaliza a modo de adecuado motivador, permite poner en marcha mecanismos de afrontamiento para instantes de dificultad. Algunas maneras de hacerles frente son: 1. Tensión en la mandíbula y dolor de cabeza: Mastica una rama de apio, poco a poco. Te ayudará a aliviar la tensión de esta zona. Dibuja una sonrisa exagerada durante 30 segundos, y relájate.
Abre la boca hasta donde te sea posible y mantén ese gesto 30 segundos más. Relaja. 2. Calambres en el abdomen y su relación
con el estrés: Túmbate boca arriba y dobla las piernas.
Coloca las manos sobre tu vientre. Respira profundamente: toma aire durante 5 segundos, contén ese aire otros 5 segundos y exhala durante 7 segundos. Tras ese ejercicio, tómate una infusión de menta o una manzanilla.
3. Dolor en los ojos: Hidrata tus ojos, pasea por un entorno natural y deja que el aire fresco te envuelva y te relaje. Túmbate por media hora y aplica sobre los ojos bolsitas usadas de té o de manzanilla, así como rodajitas de pepino, lo que te resulte cómodo. 4. Los pensamientos recurrentes: Respira profundamente, e intenta centrarte en el momento presente.
Debes ser muy consciente de en qué momentos estos pensamientos te aprisionan y te quitan el control. Cuando esto ocurra, otra estrategia sencilla es salir a caminar, a nadar o a bailar.