Revancha a medias para México
Cuauhtémoc Blanco se roba el show en el Zócalo
Alemania y México se volvieron a ver las caras. Repartieron victorias, goles, espectáculo, aplausos y hasta empujones. El “Partido de Leyendas” terminó ayer con dos equipos ganadores y una Copa repartida entre ambos conjuntos que se llevaron un triunfo cada uno.
En el duelo de los mundialistas de 1986, los alemanes fueron más contundentes y eficientes. Con jugadores como Lothar Matthäus y Jürgen Klinsmann en su equipo de futbol siete, vencieron 3-1 al Tri de 1986 comandados por Manuel Negrete, Pablo Larios y Fernando Quirarte.
Los 10 mil aficionados presentes en el Zócalo disfrutaron de un espectáculo sin igual y ovacionaron cada jugada, pase filtrado, túnel o remate a gol. La malo es que el “¡eh pu...!” se hizo presente en varias ocasiones.
Para la segunda batalla, ahora entre los seleccionados de 1998, el Tri fue superior al ganar 2-0 . Luis García y Ramón Ramírez pusieron los tantos de la victoria ante una Alemania ya cansada que fueron más al choque que a ganar el encuentro. Eso provocó algunos empujones y ánimos encendidos que se diluyeron con el paso de los minutos.
Mientras unos peleaban, otros se divertían como Cuauhtémoc Blanco. El ex americanista fue el más aplaudido. Hizo su propio juego. “Cuauhteminhas”, bajó el balón con el trasero, lo pasó mientras veía a otra zona de la cancha, taconazos, sus fintas características... Simplemente Blanco. Cuando se trata de espectáculo y peculiaridades no hay otro como él.
Si cada equipo ganaba un partido, la intención era que se definiera la batalla en tandas de penaltis, pero al final se decidió que ambos terminaran como ganadores.