Fécula de maíz
Usos que te gustaría conocer
La fécula de maíz, mejor conocida como maicena, es un tipo de harina que suele utilizarse en la elaboración de productos de panadería, postres y otra amplia variedad de recetas que lo requieren para mejorar su consistencia.
Es un ingrediente que ha ganado fama en la cocina saludable, ya que es una gran alternativa para las personas celíacas o con intolerancia al gluten.
Lo que muchos no saben es que, además de estas aplicaciones, es un producto muy versátil que puede ayudar a resolver otros aspectos de la vida cotidiana.
Su textura y propiedades se combinan con facilidad con otros ingredientes, convirtiéndose en la solución para algunas tareas domésticas y problemas cosméticos. Como muchos limitan su uso, hoy
encontrarás algunas formas alternativas de sacarle más provecho. 1. Tratamiento para quemaduras cutáneas:
La fécula de maíz contiene vitaminas y minerales que ayudan a curar la piel en caso de quemaduras superficiales. Su aplicación directa reduce la sensación de ardor y ayuda a remover las células muertas para un óptimo proceso de oxigenación. 2. Remueve manchas de tinta:
Las manchas de tinta suelen ser difíciles de remover cuando logran penetrar en las superficies de los muebles. Por suerte, gracias a sus propiedades, la maicena puede facilitar esta tarea. 3. Tratamiento para el cabello graso:
Por su poder absorbente y exfoliante, la fécula de maíz se puede emplear como solución alternativa para
suavizar y limpiar el cabello graso. Su uso sobre el cuero cabelludo remueve el exceso de sebo, disminuyendo el aspecto sucio y la formación de caspa. 4. Mascarilla para puntos negros
Por su capacidad para regular la producción de grasa y remover las células muertas, este ingrediente natural puede usarse como remedio para los puntos negros. En este caso se propone combinarlo con clara de huevo para obtener una mascarilla exfoliante y revitalizadora. 5. Remedio para el pie de atleta:
La fécula ayuda a absorber la sudoración de los pies para alterar el ambiente que necesitan los hongos y bacterias para proliferarse. La puedes combinar con un poco de aceite de coco para conseguir un potente remedio contra el pie de atleta y los callos.