Pasos para salir adelante
El pasado no se puede cambiar, pero lo que si puedes es cambiar la percepción de éste. Cambiar tu forma de ver lo que sucedió y verlo de un modo más distante, donde ya no se produzca ese fuerte malestar, se reconozca que ha sido una experiencia dolorosa, pero desde un modo más constructivo, sobre todo para uno mismo. En definitiva, como dice el profesor Giorgio Nardone: "la única forma de liberarte de un dolor es tener el coraje de pasar por el medio".
1. Hablar: cuando estás inmerso en ese estado necesitas alguien de fuera que te acompañe, te ayude y te escuche.
2. Intentar olvidar voluntariamente lo ocurrido lo que hace es empeorar más la situación, cuanto más las personas se esfuerzan en olvidar una cosa, más la recuerdan, "quien describe su propio dolor, aunque llore, está a punto de consolarse".
3. Concienciarse de la responsabilidad de las cosas. Hay cosas que no dependen de ti que unas cambian y otras no.
4. Hay que trabajar la voluntad para volver a la normalidad.
5. Aprender a gestionar bien las dudas y pensamientos negativos que te vienen de forma natural: "si yo hubiese hecho esto o lo otro*", "Si yo no hubiera*", "Si hubiese podido preverlo*". ¿Cuándo acudir al psicólogo?
La fase aguda de una situación traumática puede durar hasta unos tres meses y se caracteriza por estas reacciones: dificultad para dormir, imagen traumática recurrente, dificultad para concentrarse, sudoración e irritabilidad. Donde además, se evita visitar lugares o ver personas que le recuerden lo vivido. Pasado ese tiempo, si no se ha podido elaborar la situación de forma adaptativa te encontrarás con un verdadero trastorno de estrés postraumático.
Por este motivo, la recomendación de acudir a un psicólogo está muy ligada al tiempo.