Tipos y causas de bursitis
Aguda:
Se caracteriza por la coloración roja en los tejidos de la piel y una temperatura un poco más elevada con referencia al resto del organismo. Su casa principal es la infección.
Crónica:
No difiere mucho del tipo anterior. En sí, es la evolución de una bursitis aguda prolongada.
En este caso el dolor y el enrojecimiento son mucho más marcados. Con respecto a las causas, puede darse debido a lesiones articulares previas.
Causas:
Prácticamente cualquier persona puede llegar a sufrir la molesta bursitis. A pesar de eso, los más afectados son los adultos mayores. Por lo tanto, la principal causa de este padecimiento es el sobreuso o, mejor dicho, la repetición del movimiento sobre la articulación.
No obstante, los individuos centrados en ciertas actividades repetitivas también se ven afectados. De esta forma, desde nadadores hasta carpinteros cuentan con probabilidades frente a la bursitis. Traumas directos y enfermedades como gota también influyen de manera directa en su aparición.
¿Cómo reconocerla?
No es muy complejo reconocer esta enfermedad, y menos aún si es una persona dedicada a realizar movimientos repetitivos sobre una o más articulaciones. Aunque el cuadro sintomatológico depende la zona donde ocurre el problema, los más factibles son: Rigidez, sensibilidad en la zona afectada, hinchazón, enrojecimiento, dolor articular, fiebre (en los casos más graves).