Otras señales de alerta
—Actitud infantil: Hablar con un tono más agudo, como si fuese un niño o personaje tierno, también debería ponerte en alerta. Algunas personas han vivido en un hogar donde las mentiras eran aceptadas y perdonadas, siempre y cuando se tratase de algo “lindo”. Los niños pequeños pueden parecerte adorables cuando dicen mentiras, pero debes tener cuidado si se emplea esta técnica por un adulto. —Movimiento de ojos:
Otra de las maneras de determinar si alguien miente es observar su mirada. Por un lado es normal que mueva los ojos de un lado para el otro con desesperación. Pero ¡atención! que no es lo mismo mirar hacia arriba tratando de recordar algo, que ver cómo las pupilas van de derecha a izquierda a toda velocidad. Este último hábito podría ser sinónimo de mentira.
—Respiración: El estrés de mentir puede provocar cambios en la forma de respirar, sobre todo, si la persona se siente culpable o está hablando bajo presión. También puede que le sea difícil tragar saliva o que carraspee debido a que tiene la boca y la garganta secas.
—Voz: Quizás comience la conversación más despacio o deprisa que lo normal, que su tono sea agudo o que las palabras “tiemblen” al ser pronunciadas. Otra forma de detectar que alguien miente es oírle tartamudear o balbucear.
—Sudor: Quizás diga “hace mucho calor aquí” aunque el aire acondicionado esté encendido o sea invierno. Por eso los detectores de mentiras miden la sudoración.