Autoexamen
¿Cómo detectar si tienes un lunar maligno?
El autoexamen es fundamental a la hora de detectar un lunar maligno. Si bien es fundamental consultar al menos una vez por año al especialista, también es recomendable observar los lunares y, sobre todo, sus cambios.
Nadie más que tú conoce tu piel y te puedes dar cuenta de cambios en lesiones previas o puedes detectar nuevas lesiones. Por eso es muy importante que conozcas la regla del ABCDE, que te permite alterarte o sospechar frente a una lesión pigmentada atípica y consultar al dermatólogo.
¿En qué consiste esta técnica? —Regla A:
Trata sobre la asimetría. Según los dermatólogos, si divides a la lesión en cuatro cuadrantes y estas son diferentes o asimétricas es importante consultar al especialista.
—Regla B:
Hace referencia a los bordes de la lesión o lunar. Cuando son irregulares, con indentaciones o entradas, debes sospechar.
—Regla C:
Es sobre los colores. La presencia de múltiples colores (diferentes tonos de marrón, negro, azul rojo) te debe alertar también.
—Regla D:
Hace referencia al diámetro. Las lesiones o lunares mayores a 6 milímetros pueden ser sospechosos. Si bien el tamaño por sí solo no es una señal 100 % efectiva de lunar maligno, si viene acompañado por otros cambios es necesario consultar.
—Regla E:
Es de evolución. Una lesión que ha presentado cambios como crecimiento, cambio de forma, sangrado, etc., también debe alarmarte.
¿Qué significa que un lunar es maligno?
Estos cambios pueden alertarte sobre el cáncer de melanoma que, es un tipo de cáncer de piel y tiene una altísima mortalidad si no es diagnosticado a tiempo. Además no solo las manchas marrones o negras pueden ser melanoma; existen una variedad de melanomas sin pigmentos, llamados melanomas amelanóticos, y se presentan como lesiones rojas o rosadas con diferente volumen.