¿Por qué la canonizarán?
La causa de la Canonización de la Hermana Dulce fue iniciada en enero de 2000. Con el inicio del proceso, sus restos mortales, que desde 1992 (año de su fallecimiento) estaban en la Iglesia de la Concepción de la Playa, fueron entonces transferidos a la Capilla del Convento San Antonio, en la sede de las Obras Sociales Hermana Dulce (OSID).
La validación jurídica del virtual milagro presente en el proceso fue emitida por la Santa Sede en junio de 2003. Ya en abril de 2009, el Papa Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Dulce Lopes Pontes, autorizando oficialmente la concesión del título de Venerable a la monja bahiana. El título fue el Reconocimiento de que la Hermana Dulce vivió, en grado heroico, las virtudes cristianas de la Fe, Esperanza y Caridad.
El voto favorable y unánime de la Congregación para la Causa de los Santos, que llevó al título de Venerable, había sido concedido en 2008 y anunciado en enero de 2009 por el colegio de cardenales, obispos y teólogos tras el análisis de la Positio, documento canónico mixto de relato biográfico y de las virtudes y resumen de los testimonios del proceso. Los teólogos que estudiaron la vida y las obras de la hermana la definieron como la “Madre Teresa de Brasil”, por las semejanzas de su testimonio cristiano con la Beata de Calcuta, siendo “un reconforto para los pobres y un examen de consciencia para los ricos”. El día 9 de junio de 2010 se realizó la exhumación y transferencia de las reliquias (término utilizado para designar el cuerpo o parte del cuerpo de los beatos o santos) de la Venerable Dulce hacia su capilla definitiva, localizada en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, situada al lado de la sede de OSID. La Capilla de las Reliquias fue construida en la propia Iglesia de la Inmaculada Concepción, erguida en el lugar del antiguo Cine Roma y del Círculo Operario de Bahía, construidos por la monja en los 40’s.