Trismo dental
¿Qué es este padecimiento?
El trismo dental es una condición que afecta a la mandíbula. Los pacientes con este problema sienten que esta zona de la cara está como congelada, de modo que no pueden masticar ni realizar los movimientos normales.
Pero no solo hay contractura mandibular en el trismo dental. El cuadro clínico se acompaña de dolor intenso que afecta la calidad de vida.
La palabra “trismo” deriva del griego trismus. En dicho idioma significa ‘rechinar de dientes’. Aunque algunas definiciones lo consideraban solo como un signo de la infección por tétanos, en la actualidad el concepto es más amplio.
En concreto, el trismo dental es la contractura de los músculos mandibulares que impide la apertura correcta de la boca. Por lo tanto, el paciente no puede masticar, por ejemplo, ya que la fuerza de la contracción evita que la cavidad bucal se abra lo suficiente.
En el tétanos, el trismo se asocia a la llamada risa sardónica. Esta es una expresión forzada del rostro por la contractura involuntaria de los músculos de la cara, que implica una sonrisa muy ancha, con los labios cerrados y las cejas elevadas.
En condiciones normales, un adulto tendría que poder realizar una apertura bucal de entre 40 y 50 milímetros. Más de 35 milímetros ya es suficiente. Pero quienes tienen trismo dental no alcanzan esos valores.
Esto puede limitarse a unos días, pero también prolongarse por meses. Dependerá de la causa y de los factores asociados. Cuando dura algunas horas o tiende a resolverse con el paso del tiempo, entonces se suele considerar leve. Pero la cronificación del cuadro trae aparejadas complicaciones que afectan la calidad de vida.
La masticación es una función de la boca que usamos a diario. Al no poder concretarla de manera fisiológica, es lógico pensar que habrá incomodidad y hasta problemas de alimentación o nutricionales derivados de este hecho.