Hizo historia ayunando
En 1973, el Post Graduate Medical Journal documentó un caso que revolucionó la percepción de los límites humanos en el ayuno y la pérdida de peso.
Angus Barbieri, un ciudadano escocés de 27 años, logró perder 125 kilogramos después de someterse a un ayuno supervisado de 382 días.
Iniciando su hazaña con un peso de 207 kilogramos, Barbieri demostró una fuerza de voluntad y una determinación excepcionales al restringir su dieta a vitaminas, electrolitos, levadura, café negro, agua con gas y té.
Este experimento tuvo lugar en la Royal Infirmary de Dundee, Escocia, donde Barbieri estaba bajo constante supervisión médica para asegurar que el extremo ayuno no tuviera consecuencias adversas para su salud. La intención era permitir que su cuerpo usara las reservas de grasa como energía, evitando el consumo de alimentos sólidos.
El proceso estuvo lleno de desafíos, incluida la batalla contra la hipoglucemia y la necesidad de un cambio drástico en el estilo de vida, hasta el punto de alejarse de su trabajo y su vida social para evitar tentaciones.
Aunque su meta inicial era perder 81 kilogramos, Barbieri superó ampliamente esta cifra llegando a perder 135 kilos. Su experiencia sirvió no solo para poner a prueba su resiliencia, sino también para ofrecer perspectivas sobre la fisiología del ayuno prolongado.
Los médicos enfatizan que, si bien el caso de Barbieri es fascinante, el ayuno prolongado debe abordarse con extrema cautela y siempre bajo supervisión médica.
Su caso también abrió un diálogo sobre las prácticas de pérdida de peso, recordando a la comunidad médica y al público en general sobre la importancia de abordar la salud y el bienestar de manera responsable.
Y aunque Angus Barbieri falleció en 1990, las circunstancias de su muerte permanecen sin esclarecer, añadiendo un misterio a su ya extraordinaria historia.