Tips pa curar las heridas de un niño
ES NORMAL QUE CUANDO LOS NIÑOS ESTÁN EN CRECIMIENTO, SE CAIGAN Y LASTIMEN; DE AHÍ LA IMPORTANCIA DE CONOCER ALGUNOS CONSEJOS PARA CURARLOS BIEN
Durante la crianza es normal que los niños se lastimen de distintas formas, frecuentemente con raspones en sus codos o rodillas. Pero antes de perder la calma ante tal situación, lo mejor es conocer algunos consejos para curar de forma correcta las heridas de un niño.
Lo primero es permanecer en calma, ya que los adultos en la crianza del niño tendemos a alterarnos a ver sangre, y lo siguiente es evaluar si se trata de las típicas heridas superficiales o si es una lesión que requiera intervención médica. Si es algo leve, conviene aprender algunas medidas sencillas para tratarlas en casa, siempre con uso de guantes.
> Enjuagar con agua y jabón
Opta por el jabón neutro. Como indica la American Academy of Pediatrics, después de que la herida deje de sangrar, hay que enjuagar el área lesionada con cuidado de no maltratar más la piel. Uno de los objetivos será eliminar los restos de suciedad o sangre para poder tratar como tal la herida.
> Aplicar antiséptico
Un antiséptico tiene como objetivo eliminar los microbios que hayan podido quedar a pesar del lavado e impedir que la lesión se contamine en horas posteriores. Una vez puesto sobre la lesión, se debe empezar desde el centro hacia los bordes con una gasa estéril ya que así los gérmenes no pueden pasar desde la periferia al interior de la herida. Se recomienda el uso de clorhexidina.
> Protección
Hablamos de los vendajes y tiras adhesivas sanitarias o tiritas. Cuando sean erosiones pequeñas y sin gravedad, no será necesario taparlas. Sin embargo, puede existir el riesgo de roces o contaminación, por lo que es mejor cubrirla con un vendaje suave o blando.
> Remedios caseros
Algunos remedios de origen natural pueden proteger la piel en caso de no tener el antiséptico convencional. La alternativas como la miel de abeja orgánica, gel de aloe vera o agua con un par de gotas de aceite esencial de árbol de té, contienen propiedades que ayudan a la cicatrización en menos tiempo.
> Repetir la desinfección
Aunque se trate de una herida superficial donde no suele haber demasiado riesgo, lo conveniente es repetir el proceso de curación cada vez que el niño tome una ducha. Es de este modo que podremos evitar las posibles infecciones por la contaminación diaria a la que se expone el niño en la crianza.
>Utilizar gasas estériles
Si la herida de tu hijo es sangrante, es importante utilizar gasas estériles o cualquier pañuelo limpio para tratar de cortar un poco la circulación. No hay que aplicar demasiada presión, pues esta debe ser directa y suave. Si la hemorragia es evidentemente alarmante o dura más de cinco minutos, es mejor acudir al médico.