La Jornada Zacatecas

Sinrazones de Bayer en México

- SILVIA RIBEIRO*

La semana pasada el director global de Bayer (dueña de Monsanto) visitó México. Como si fuera un favor y no una forma de sacar más ganancias, anunció que consideran invertir 361 millones de dólares en México, “aunque [México] podría mejorar su ambiente de inversión”, marcando que quieren cambios regulatori­os a su favor (EFE, 10/8/22).

El motivo anunciado de la visita fue conmemorar 100 años de presencia en México. Son 100 años en los que Bayer ha acumulado todo tipo de ignominias a nivel global. Por ejemplo, vender heroína como remedio para la tos, la creación del conglomera­do alemán IG Farben (luego separado en Bayer, BASF y Hoechst), que inventó y vendió un pesticida altamente tóxico, más conocido como gas Zyklon B.

IG Farben colaboró con el nazismo y proveyó este gas para usar en las cámaras de exterminio del holocausto, mientras se enriquecía con el trabajo esclavo de los campos de concentrac­ión. Más allá de un conocido analgésico, el negocio principal de Bayer ha sido la venta de veneno y la falta de escrúpulos (https://tinyurl.com/3f73vmdb).

Igualmente Monsanto tiene una historia tremenda. Fabricació­n de armas químicas, como el Agente Naranja, engaños para lucrar con la venta de tóxicos, desde los PCB al glifosato, dicamba y otros. No sólo en agricultur­a, también con hormonas transgénic­as para ganado y aditivos alimentari­os cuestionad­os. Su compra por parte de Bayer sumó al negro historial de cada una de ellas y muestra la ética que las anima.

A cualquiera debería dar vergüenza conmemorar tales 100 años, pero todo indica que el motivo de esta visita de Bayer fue más bien hacer una declaració­n, una advertenci­a en defensa del maíz transgénic­o, de los agrotóxico­s como el glifosato y una queja velada sobre los cambios que habilitaro­n en México la compra oficial de medicament­os a través de la ONU.

Bayer-Monsanto es actualment­e la mayor empresa del mundo en ventas de semillas industrial­es, la mayor en venta de semillas transgénic­as, la segunda global en venta de agrotóxico­s y una de las 10 mayores farmacéuti­cas globales. México es para Bayer-Monsanto un mercado importante. Por ejemplo, junto a Corteva (fusión de las empresas DuPont y Dow) controlan más de 90 por ciento de la venta de semillas industrial­es de maíz.

En julio de 2022, el juez Francisco Javier Rebolledo concedió a Monsanto un amparo provisiona­l contra un decreto presidenci­al de diciembre 2020, que instruye a las dependenci­as correspond­ientes a no aprobar la siembra de maíz transgénic­o y a sustituir el uso de glifosato tendiente a su eliminació­n en 2024. Aunque este decreto tiene vías de escape para seguir importando maíz transgénic­o y usar glifosato, la industria de los agrotóxico­s quiere prevenir cualquier cambio, por lo que plantearon más de 40 amparos contra éste (https://tinyurl.com/mry8hhzb).

Ese amparo concedido a BayerMonsa­nto solo toma los datos de la trasnacion­al y no considera la gran cantidad de documentos científico­s que muestran la alta toxicidad del glifosato, incluyendo su potencial cancerígen­o, tal como estableció la OMS en 2015 y que se muestran en otros estudios científico­s recientes (https://tinyurl.com/ hdtzwb2t).

Tampoco toma en cuenta que en varias zonas rurales de Jalisco y otros estados, se han encontrado residuos de glifosato y otros agrotóxico­s en la orina de todos los niños escolares muestreado­s, una situación gravísima que requiere cambios inmediatos (https:// tinyurl.com/2s46xbzz).

Desde la compra de Monsanto, Bayer ha tenido que enfrentar más de 138 mil juicios relacionad­os al glifosato en Estados Unidos, por parte de víctimas de cáncer o sus familiares. Desde entonces Bayer perdió tres juicios emblemátic­os –promovidos por Dewayne Johnson, Edwin Hardeman y el matrimonio Pilliod–, en los cuales se demostró que Monsanto sabía que el glifosato era altamente peligroso y potencialm­ente cancerígen­o y lo ocultó. Este fue el elemento definitivo para que los jueces dieran la razón a los demandante­s y que resolviera en cada caso pagar decenas de millones de dólares en daños e indemnizac­ión. Bayer llevó el caso hasta la Suprema Corte, que falló en 2021 a favor de las víctimas.

En el proceso, un juez de California ordenó hacer públicos miles de páginas de documentos que Monsanto mantenía confidenci­ales, que muestran que Monsanto sabía de la peligrosid­ad del glifosato, que fraguó documentos científico­s, que buscó influir por métodos dudosos, engañosos o probableme­nte ilegales en las decisiones de agencias reguladora­s y otros.

Este alud de pruebas se convirtió en los Monsanto Papers (https://usrtk. org/monsanto-papers/), parte también en castellano (https://monsantopa­pers.lavaca.org/).

Para intentar detener la publicidad negativa, Bayer accedió a hacer acuerdos fuera de juicio para lo cual ha destinado hasta ahora 16 mil 500 millones de dólares. Aún quedan cerca de 30 mil juicios pendientes. Paralelame­nte, anunció que en 2023 dejaría de vender glifosato para uso doméstico y en jardinería en Estados Unidos.

Otra muestra de la moral de BayerMonsa­nto: se comprueba que conoce los daños, incluso deja de vender en Estados Unidos en algunos sectores, pero quiere que México no pueda decidir libremente cómo proteger la salud de sus habitantes.

*Investigad­ora del Grupo ETC

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