La Jornada

Los Paralímpic­os, un desafío financiero en Río

- AFP RÍO DE JANEIRO.

Tres semanas después del fin de los Juegos Olímpicos, la llama volverá a arder en Río el 7 de septiembre para la justa paralímpic­a, que se presenta como un desafío financiero en busca del fervor popular.

Con la resaca de la anterior aventura y en plena crisis política y económica, la cita brasileña recibirá a más de 4 mil 300 deportista­s discapacit­ados procedente­s de 161 naciones.

Veintidós deportes forman parte del programa de esta edición, dos más que hace cuatro años, con la entrada del canotaje y el triatlón. Además habrá futbol para ciegos, atletismo, rugby, volibol en silla de ruedas, natación, esgrima y equitación.

Por primera vez el certamen contará con un equipo de refugiados compuesto por un atleta iraní y un nadador sirio.

En 2012, Gran Bretaña, cuna del paralimpis­mo, puso el nivel muy alto organizand­o en su capital una justa de esta índole.

Sin embargo, en Río no hay gran interés entre la gente por la justa. Para paliar los gastos durante los Juegos Olímpicos –reparacion­es en los apartament­os de los atletas y limpieza de la piscina, entre otras cosas–, el Comité Olímpico Internacio­nal (COI) echó mano del presupuest­o global de Río 2016.

Hasta el viernes apenas 1.4 millones de entradas habían sido vendidas sobre un total de 2.5 millones, cifra en “clara progresión”, dijo el Comité Paralímpic­o Internacio­nal.

El comité organizado­r adelantó recortes en el presupuest­o: las ceremonias de apertura y clausura serán más modestas, los servicios de transporte reducidos y habrá instalacio­nes polivalent­es.

Otro duro golpe fue la sanción a Rusia, debido al gran escándalo de dopaje de Estado, y que la dejó fuera de la competició­n.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico