Peligran las comunidades locales en toda AL: Héctor Díaz-Polanco
■ El neoliberalismo está destruyendo los espacios donde se desarrolla el sentido de pertenencia, esencial para los humanos, alerta ■ Si esas formas comunitarias estuvieran sanas y activas, la penetración del crimen organizado sería mucho más difícil, cons
–Las comunidades locales, porque son las que tienen más vulnerabilidad, pero yo diría que está en peligro toda forma humana de vida comunitaria, lo que llamo las comunidades ancestrales con solidez con acumulación histórica. ¿Cuál es el dilema? Que si destruyes la comunidad no sólo imposibilitas las identidades, sino que creas una especie de patología social, porque la gente se queda sin referente, sin sentido de pertenencia y eso es esencial para los humanos, por lo menos como lo conocemos hasta hoy.
“Así que hay un experimento siniestro detrás de esto: la idea de destruir las comunidades y en consecuencia sustituirlas por otras ficticias, líquidas, precarias, pasajeras, de todo tipo, desde económicas, socioculturales hasta religiosas, toda esta tendencia a crear religiones artificiales que fueron creadas especialmente para dar un espacio de sentido de pertenencia, como la cienciología.”
Díaz- Polanco, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, subraya: “Es un peligro a escala global. Frente a esto he insistido en que nuestra respuesta debe ser proteger, apuntalar las comunidades ya existentes, esos jardines de las identidades; reconstituir, regenerar las lastimadas, que son miles, que son probablemente cientos de miles e incluso construir, inventar nuevas formas comunitarias fundadas en la raíz.
“Existen por fortuna muchas formas de identidad, no sólo en el mundo rural, sino incluso en nuestro mundo urbano; sólo hay que mirar en esta ciudad enorme hacia la periferia, hacia los bordes, y encontrará muchísimas formas identitarias. Ahora, con lo de la Constituyente, por cierto, a raíz de los planteamientos que ha presentado Morena, están en un escenario de redescubrimiento de la naturaleza multicultural y de la multiplicidad de identidades que componen esta ciudad, que es una ciudad en realidad de pueblos, que no están visibilizados, pero que ahí están, aquí mismo, cerca, en Tlalpan, en el sur de Tlalpan están todos los pueblos como San Andrés Totoltepec, y luego en el mundo en la parte urbana, propiamente dicha, no rural o subrural, están los barrios y los pueblos que han quedado atrapados por la mancha urbana, pero que siguen teniendo un sistema de relaciones socioculturales que da la identidad de barrio, pueblo, de tal manera que todavía existen es- tas formas.”
El jardín de las identidades…, que se presentó el año pasado en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo, habla también de la autonomía indígena y de cómo se ha querido interpretar esta demanda como un planteamiento de separación. “De lo que se trata en realidad es de que puedan mantener sus comunidades, y que puedan desarrollar todo el potencial que esas comunidades tienen. O que puedan reconstituirse en los casos en que están tan golpeadas, por ejemplo, las comunidades de esta ciudad, pero incluso las de las regiones del país, y que puedan además acceder a dos cosas fundamentales: a la justicia en el plano socioeconómico y a la democracia; no puede haber justicia social si estos pueblos siguen excluidos”.
–¿Qué tanto tiene que ver la violencia con esta destrucción del sentido de comunidad?
CON ESTE LIBRO OBTUVO EL PREMIO LIBERTADOR DEL PENSAMIENTO CRÍTICO 2015
–Tiene que ver porque, a mi juicio, si esas comunidades estuvieran robustas, sanas, activas, la penetración del crimen organizado sería mucho más complicada y difícil, porque no serían eventualmente zonas de reclutamiento para el crimen organizado. Segundo porque si estuvieran sólidas y or-