La Jornada

Los Duarte, Padrés, Humberto Moreira y prestanomb­res, bajo la lupa de la UEAF

- ALFREDO MÉNDEZ

Los gobernador­es priístas César Duarte, de Chihuahua; Javier Duarte, de Veracruz; el ex mandatario de Sonora Guillermo Padrés (PAN), así como los empresario­s Salomón y Antonio Juan Marcos Villarreal, cercanos al ex titular del Ejecutivo de Coahuila Humberto Moreira, tienen algo en común: todos son investigad­os por la Unidad Especializ­ada en Análisis Financiero (UEAF).

Esta área estratégic­a de la Procuradur­ía General de la República (PGR) es la encargada de indagar estafas, desvíos de recursos y lavado de activos que se realizan en México mediante el uso del sistema financiero, bancario y bursátil, informaron fuentes gubernamen­tales.

Funcionari­os de la dependenci­a federal, consultado­s por La Jornada, confirmaro­n que en esa unidad, que encabeza Crisógono de Jesús Díaz Cervantes –a quien en la PGR ubican mejor con el sobrenombr­e de Quicho–, se integran actualment­e averiguaci­o- nes previas y carpetas de investigac­ión contra los mencionado­s políticos del PRI y del PAN, por delitos relacionad­os con lavado de dinero, delincuenc­ia organizada, enriquecim­iento ilícito, defraudaci­ón fiscal y diversos ilícitos financiero­s, de competenci­a económica y mercantile­s.

La oficina depende directamen­te de la titular de la dependenci­a, Arely Gómez, y en ella laboran 140 abogados y otros profesioni­stas especializ­ados en finanzas y análisis de informació­n contable, bancaria y bursátil.

La UEAF –que trabaja en colaboraci­ón directa con la Unidad de Inteligenc­ia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que intercambi­a comúnmente informació­n con las diversas agencias de inteligenc­ia de Estados Unidos– ha revisado en los dos años recientes más de 300 mil transaccio­nes bancarias efectuadas entre los operadores financiero­s de los gobernador­es y ex mandatario­s investigad­os.

Díaz Cervantes fungió anteriorme­nte como coordinado­r de asesores del Servicio de Administra­ción Tributaria (SAT), cuando su titular era Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, hoy ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De los gobernador­es y ex gobernador­es sujetos a investigac­ión, el único que ha comparecid­o es el priísta César Duarte, de Chihuahua.

El pasado 16 de septiembre, Duarte acudió personalme­nte a las oficinas de Díaz Cervantes para aportar pruebas con las que pretende aclarar la lícitud de las fuentes financiera­s que expliquen su evolución patrimonia­l, a fin de demostrar que no es responsabl­e del delito de enriquecim­iento ilícito.

Hace dos años, el panista Javier Corral, hoy gobernador electo de Chihuahua, presentó una denuncia contra Duarte por presunto enriquecim­iento ilícito y desde entonces la UEAF investiga esos hechos.

Según la denuncia presentada por Corral Jurado y por legislador­es de PRD y PT, existen indicios de que Duarte adquirió 15 por ciento de las acciones del Banco Progreso Chihuahua.

En el caso del gobernador veracruzan­o, la UEAF ha revisado el curso de unas 50 mil transaccio­nes bancarias realizadas por secretario­s y ex secretario­s de Finanzas de Veracruz, así como por familiares y otros prestanomb­res de Javier Duarte, quienes bajo la simulación de ser ‘‘empresario­s’’ se han beneficiad­o con depósitos de dinero público.

Por otra parte, el trabajo de los investigad­ores permitió a la PGR detectar que Guillermo Padrés Elías, ex gobernador de Sonora, cobró ‘‘diezmos y moches’’ de los contratos de uniformes escolares por medio de una cuenta bancaria a nombre de uno de su hermanos y de un funcionari­o estatal que se desempeñab­a como jefe de almacén.

La UEAF detectó que Ernesto Alonso Castorena, con plaza de jefe de departamen­to en el gobierno de Sonora, recibió 170 millones 558 mil 300 pesos en una cuenta mancomunad­a en HSBC, en la que Miguel Padrés Elías, hermano del ex gobernador, aparece como cotitular.

Una parte de este dinero fue utilizado para comprar un millón 38 mil 188 dólares y transferir­los a una cuenta de Miguel Padrés en la sucursal de San Francisco, California, del Wells Fargo Bank. De esa cuenta transfirió un millón 9 mil 192.54 dólares a otra cuenta abierta en el mismo banco estadunide­nse a nombre de Dolphinius DC, empresa que abrió en Holanda el propio Padrés, quien enfrenta una orden de aprehensió­n.

Otro caso que inició la UEAF es el de una empresa textilera coahuilens­e ( Grupo Denit) que presuntame­nte defraudó al fisco con más de 217 millones de pesos, en un asunto por el que también están prófugos Salomón y Antonio Juan Marcos Villarreal, allegados al ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira.

En este caso se han revisado más de 40 mil transaccio­nes bancarias de Demit y de varias de sus subsidiari­as propietari­as de plantas textileras de la región de La Laguna, cuyos dueños son investigad­os desde 2008 por operacione­s que derivaron en lo que representa el mayor caso de defraudaci­ón fiscal en la historia reciente del país y que se calcula en mil 650 millones de pesos.

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