El arroz ya se coció... y el otro se ensangrentó
vez nunca existente, de que Trump pudiera ganar esta justa.
Debe reconocerse, sin embargo, que el hecho de que las cosas ocurran tal como describo aquí, traerá internacionalmente un suspiro de alivio, ya que los graves y complicados problemas globales del momento quedarían literalmente en manos de un destructor que no tiene nada positivo que ofrecer en el plano de la comunidad de naciones. Se eliminarían ocasiones bélicas de gran peligro, que también esperamos firmemente no estén presentes en ningún momento del mandato de Hillary Clinton. El problema es que ella está estrechamente vinculada con el gran capital de Estados Unidos, lo cual significa un alto grado de mando por parte de esos intereses, a los cuales se sumaría la mandataria. ¿Será así?
Hay muchas personas que con mayor grado de verdad que otras objetan seriamente que las primeras magistraturas, en todas partes del mundo, como antes en la aristocracia, vayan quedando en manos de cerrados círculos familiares, como son las relaciones entre esposos. Pudieran tener razón, caso que ya se dio en América Latina, como fue el del matrimonio Kirchner, ahora el de Estados Unidos, sin olvidar que en México está ya buscándose, un poco grotesca y brutalmente, que Margarita, la esposa de Felipe Calderón, siga a su marido en la primera magistratura. Históricamente y como acto presente estos “derivados” dan la impresión de una avidez que está más relacionada con el carácter de las personas (am-