Testigos del Cervantino “reivindica la labor de los trabajadores de la tecla”
Este no es un libro de Leticia Sánchez Medel, sino “de todos los compañeros que han sufrido y, sobre todo, disfrutado y crecido periodísticamente a lo largo de los años con el Festival Internacional Cervantino (FIC)”, expresó la autora de Testigos del Cervantino (Colección Periodismo Cultural, Secretaría de Cultura), cuya redición fue presentada ayer en el 44 FIC.
El acto, realizado en el salón Fumadores del teatro Juárez, fue asistido por muchos de los protagonistas del volumen.
El libro reúne las voces de quienes han vivido desde diversos escenarios y foros el festival más relevante de América Latina y de los más destacados del mundo.
Sánchez Medel, quien cubre el FIC desde 1991, explicó que el presente texto tiene su antecedente en otro hecho con motivo de las cuatro décadas del encuentro. Habló del “logro” que significó “dar rostro a todos ustedes, porque voz la tienen, y que sean los protagonistas”.
Para la reportera, si no había un libro sobre el FIC, “éste lo es”, además, rescata la historia oral del festival sin censura ni complacencias. Se trata de un proyecto personal que continúa, porque faltan muchas voces todavía.
Según la periodista Carmen García Bermejo, Testigos del Cervantino “es una reivindicación a la labor periodística de todos los trabajadores de la tecla. Quien no lo vea así, desconoce el espíritu de Leticia Sánchez Medel, una de las escasas reporteras culturales que se preocupan por defender la dignidad y la labor de sus colegas”.
Recordó que en el periodismo “el reportero no existe, él no es noticia, sino el hecho en sí. De ahí el valor de estos testimonios reunidos. Pero también, porque con la distancia del tiempo, muchos reporteros, ahora sí, se atrevieron a manifestar su opinión acerca de lo que ha ocurrido tras bambalinas”. García Bermejo también recordó que “cuando alguien se atrevía a hacer una crítica al festival, era seguro que al año siguiente no volvía a pisar las calles de Guanajuato”.
La reportera Yanet Aguilar acotó que la Colección Periodismo Cultural, coordinada por Mireya Vega, tiene la misión de “dejar constancia del trabajo periodístico”. El periodista Alfredo Campos Villeda hizo hincapié en que esta profesión “no se aprende en las universidades, sino en las calles, las redacciones y a veces hasta en los bares”.
José Luis Medina Lona, deca- no de los periodistas que cubren el FIC, señaló que en sus comienzos para la cobertura del festival, “en el caso de la prensa escrita se requería de los servicios de licenciados, incluso de maestros de formación universitaria o de filosofía y letras, para que escribieran. El reportero ha ganado ya un espacio para cubrir todas las actividades del FIC”.
Según Juan Hernández, estos testigos del Cervantino “no son inofensivos. Cada uno de nosotros, al tener un foro, un espacio, tiene un privilegio, pero también una gran responsabilidad”. El periodista pidió a sus colegas, en estos tiempos de recortes presupuestales, “levantar la voz y exigir que éste siga siendo el gran festival que ha sido siempre y para lo que fue creado”. Porque es “nuestro festival, de los mexicanos, no de los funcionarios, tampoco de un gobierno”.