El aumento a los combustibles no tiene vuelta atrás, advierte Meade
La cotización se debió desde hace tiempo, dice
El precio de las gasolinas en Estados Unidos, uno de los factores esgrimidos por el gobierno federal para elevar el costo del combustible en México a partir de este mes, tuvo en 2016 el nivel más bajo desde 2004, reveló información del Departamento de Energía estadunidense.
La gasolina en la región de Houston, el principal punto de origen del combustible importado por México, tuvo el año que recién concluyó el precio más bajo de todo el territorio estadunidense, estableció la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), organismo del Departamento de Energía.
“Lisa y llanamente, se volvió más cara la gasolina en el mundo”, afirmó ayer José Antonio Meade, secretario de Hacienda, en declaraciones a Radio Fórmula, para explicar las causas del incremento de precios.
México importa, principalmente de Estados Unidos, 53 de cada 100 litros de combustible que consume, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía.
Los precios minoristas de la gasolina regular en Estados Unidos promediaron 2.14 dólares por galón (3.78 litros) el año pasado, 29 centavos de dólar menos, una reducción de 12 por ciento respecto de 2015, en lo que fue el promedio anual más bajo desde 2004, de acuerdo con un reporte de la EIA publicado ayer.
El bajo precio del petróleo crudo en 2015 fue la principal causa de la reducción en el costo de las gasolinas, añadió la EIA.
En la costa del Golfo de México, área que incluye Houston, los precios de la gasolina fueron los más bajos de Estados Unidos, apuntó la agencia. Esa región alberga la mitad de la capacidad de refinación y produce más gasolina de la que consume. Adicionalmente, los impuestos al combustible son de los más bajos del país, añadió.
En 50 de las 52 semanas de 2016, los precios al menudeo de la gasolina en Houston fueron los más bajos de entre las 10 ciudades en las que la EIA recolecta información, añadió el reporte.
El costo final
El precio más alto en Estados Unidos se dio el año pasado en la costa oeste –Los Ángeles y San Francisco, California, y Seattle, Washington–, debido a las estrictas especificaciones de California, el relativo aislamiento de la región de otros mercados y elevados impuestos estatales y locales, apuntó la EIA.
En Los Ángeles el precio alcanzó 3.11 dólares por galón, con el nivel más alto registrado a comienzos de enero de 2016 por una serie de interrupciones La decisión de liberalizar el precio de las gasolinas “no se revierte”, afirmó ayer José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público. “Es un cambio que no tiene vuelta”, dijo el funcionario en declaraciones a la radio, en las que justificó la política del gobierno anterior –en que ocupó la misma cartera durante el último año de la administración calderonista– de mantener subsidiado el costo de los combustibles.
Los “grados de libertad” que había hasta hace algunos años para que el gobierno administrara la cotización al público de las gasolinas hoy ya no existen, dijo Meade, y agregó que “por tanto no hay más alternativa que dejar que el precio refleje su verdadero costo”.
Explicó: “yo fui secretario de Hacienda en la anterior administración, y ayuda un poco contrastar cuáles eran los espacios, los grados de libertad, las circunstancias que se enfrentaron. Hace seis años el país producía más o menos 2.7 millones de barriles diarios; hoy producimos 1.9 millones. Hace seis años la diferencia entre el precio del petróleo que se observaba y el que se puso en el presupuesto era de 35 dólares. La combinación de esos dos factores implicó que se tuvieron muchos ingresos excedentes, que permitieron en esa oportunidad dar un subsidio, un apoyo al precio de las gasolinas para mantenerlo artificialmente bajo”.
Ahora mismo, añadió, la diferencia entre el precio del petróleo y el contemplado en el presupuesto es prácticamente nula; la plataforma de producción de crudo es “sustancialmente más chiquita”, y México se convirtió en el cuarto consumidor más importante del mundo por habitante de gasolina.
En la administración de Calderón, dijo Meade, “se encontró un equilibrio” en el uso de los excedentes petroleros para mantener el precio subsidiado.
“Yo hubiese preferido, no solamente en este momento, sino muchos años atrás, que hubiésemos ya despolitizado el precio de las gasolinas para dejar que reflejara su costo real. Claramente, lo que más conviene a México es que uno venda las cosas en lo que valen; quererlo administrar resulta caro. Se tuvieron en esa oportunidad recursos excedentes para hacerlo, pero las consecuencias de haberlo hecho, porque cada decisión las tiene, es que esos recursos pues hoy no contamos con ellos”.
Sobre las protestas en las calles y la petición de figuras públicas para revertir la medida, Meade contestó: “no importa y estamos conscientes, estamos buscando la mejor forma de acompañar a los sectores afectados con esta medida, pero no hay manera de que esto cambie la razón profunda que trae como consecuencia el incremento, que es que subió el precio del petróleo en el mundo”.