INSTA A FORJAR LA “PATRIA GRANDE”
Este 20 de enero asumió la presidencia de Estados Unidos el magnate Donald Trump, quien prometió una serie de cambios para dentro de su país y que repercuten en el exterior. Sin duda Canadá por el norte y México por el sur, con quienes tiene fronteras, tendrán que diseñar o hacer un plan nacional para saltar los obstáculos de la implementación de una política proteccionista de tinte chauvinista, es decir, de nacionalismo exagerado, que el presidente estadunidense pretende aplicar en su país.
Es meramente accidental para México que le haya tocado estar al lado de Estados Unidos. Para Trump es evidente –por su carácter racista–, que los latinoamericanos no somos de su agrado; por ello planea edificar un muro ignominioso. Su plan es darle cierto oxígeno a la economía capitalista, para –según él– hacer un imperio mucho más fuerte, reconfigurar el sistema para salvarlo de las contradicciones que el mismo sistema ha provocado.
La investidura de Trump trae graves peligros para la humanidad: la paz mundial puede estar asediada, lo mismo para el planeta Tierra y su medio ambiente, pues pretende hacer que se cancelen los acuerdos de las cumbres sobre el calentamiento global, deshacerse de los compromisos que Estados Unidos adquirió a mediano y largo plazos para detener la concentración de gases de efecto invernadero.
En los países de América Latina, incluyendo México, se debe continuar con el plan de Simón Bolívar en el sentido de forjar la patria grande, fortaleciendo el Mercosur y la unidad latinoamericana en su gran diversidad cultural, haciendo un frente común contra las agresiones imperiales.
Trump, no se crean usted y su país dueños del mundo, porque no lo son. Haciendo y deshaciendo siempre para lograr beneficios económicos y no sólo en América Latina, sino en el mundo, a sangre y fuego, y ahora cambiaron su estrategia por guerra mediática y económica, como lo hicieron en Honduras, Paraguay, Argentina y Brasil, y por supuesto no le faltan ganas de realizarlo, como lo hacen, en Venezuela, Bolivia y Ecuador, países todos que luchan para alcanzar la victoria que merecen sus pueblos.