En la renegociación del acuerdo hay ‘‘líneas rojas’’, considera Guajardo
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, advirtió que en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), proceso que se iniciará esta semana, ‘‘hay clarísimas líneas rojas que se tienen que pintar desde el principio’’, y adelantó que el país incluso podría abandonar el acuerdo si no logra obtener mayores beneficios.
En una entrevista televisiva el funcionario consideró que México estará en desventaja en las negociaciones con el gobierno de Donald Trump, a menos que deje en claro que no aceptará cualquier condición con tal de mantener el pacto trilateral. ‘‘No estamos mancos, somos un país muy importante para la seguridad y el futuro del desarrollo continental y de la región con Estados Unidos’’, opinó Guajardo.
Indicó que un interés ‘‘fundamental’’ de México es acordar una ‘‘política coordinada que proteja la seguridad de América del Norte’’, y destacó la buena relación con China, al referirse a las cartas fuertes que tiene este país en la nueva relación bilateral con Estados Unidos. El gigante asiático es una ‘‘gran preocupación’’ del gobierno de Trump, resaltó.
Guajardo también insistió en que México no pagará por el muro que el mandatario estadunidense ha prometido construir y tampoco aceptará ningún impuesto o restricción en las remesas que mandan a sus familias los mexicanos residentes en Estados Unidos.
Para México sería ‘‘ totalmente inaceptable cualquier otro tratamiento (a las remesas) de lo que normalmente el mercado (bancario) hace en sus transferencias’’, apuntó Guajardo.
A su vez, especialistas del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, que preside Jaime Zabludowsky – quien fue subjefe de negociación del TLCAN–, recomendaron que México coloque el tema de la seguridad como eje de las negociaciones que se tendrán con Estados Unidos.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana consideró que el país debe llegar a la mesa de negociación con una estrategia clara y actitud firme, inteligente y de gran alcance, que se debe traducir en beneficios para empresas y trabajadores.
Pese a la reticencia del organismo a firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, impulsado por el Eje- cutivo y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el presidente de los patrones, Gustavo A. De hoyos Walther, dijo que el sindicato patronal trabajará unido dentro de los ejes marcados por el CCE, y puntualizó que los temas de migración, comercio, seguridad y derechos humanos se deben discutir de manera integral.
De su lado, el economista Luis de la Calle, otro de los negociadores mexicanos del TLC, coincidió en que es imposible afrontar una negociación sin estar dispuesto a pararse de la mesa. Trump ‘‘pone presión de una manera casi extorsionadora (...) para obtener las máximas concesiones posibles, pero los países tienen que ser mucho más inteligentes’’.
Finalmente, Valeria Moy, directora de la organización México Cómo Vamos, advirtió que en la búsqueda de diversificación y de nuevos socios en el mundo no se puede perder de vista el papel clave de Estados Unidos para México. ‘‘Si tienes al mercado más grande del mundo al lado, ese es el mercado que tienes que cuidar, punto’’. legio de México, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, expertos en las relaciones México-Estados Unidos señalaron que es ineludible para nuestro país ‘‘tener que buscar alternativas de desarrollo más allá del tratado, porque afrontamos un cambio estructural en las relaciones comerciales’’.
Cambiar el modelo de desarrollo
Francisco Suárez Dávila, ex embajador de México en Canadá, aseguró: ‘‘Tenemos que hacer cambios en el modelo de desarrollo económico. Hay que darle importancia al mercado interno, es decir, fortalecer las cadenas productivas hacia el interior del país y fortalecer el mercado local’’. No se trata –dijo– de que exista un problema con el comercio exterior, ‘‘el problema es cuando se trata de una posición dogmática que lo ve como un fin y no como un medio’’.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, destacó que se debe reconocer que la apertura comercial de México no generó crecimiento económico, pues, salvo en el sexenio de Carlos Salinas, la tasa promedio de crecimiento de nuestra economía no ha superado 2.5 por ciento, a lo que se suma que sólo 2 mil empresas generan en México 45 por ciento del valor agregado, por lo que es ‘‘urgente tener un plan B’’.
Por su parte, Enrique Dussel, director del Centro de Estudios China-México de la UNAM, afirmó que es urgente la ‘‘desautomotrización’’ del TLCAN, y recordó que desde su firma, hace 23 años, México no ha presentado ninguna evaluación pública de sus resultados. Aseguró que nuestro país enfrenta una ‘‘grave crisis estratégica’’, debido a la ‘‘enorme debilidad institucional’’ que presenta en este proceso, pese a lo cual es posible generar alternativas de desarrollo.