La Jornada

La política energética socava la unidad

-

yer, pocas horas después de que el líder de la Confederac­ión de Cámaras Industrial­es, Manuel Herrera Vega, pidió ante el presidente Enrique Peña Nieto detener los incremento­s de los energético­s, la Comisión Federal de Electricid­ad informó de un nuevo tarifazo de entre 6.4 y 8.4 por ciento para el sector industrial, de entre 3.8 y 5.8 por ciento para el comercial y de 3.8 por ciento para el uso doméstico de alto consumo. Todo ello, con el telón de fondo de las continuada­s protestas sociales por el gasolinazo del primer día de este año y del que está previsto para el sábado próximo.

El hecho es que en momentos en que el gobierno federal emite llamados a una unidad nacional –ciertament­e necesaria ante las agresivas medidas antimexica­nas que está adoptando la administra­ción Trump y la belicosida­d que caracteriz­a al nuevo gobierno de Estados Unidos en contra de nuestro país–, la reforma energética, la polí- tica vigente en el sector y la aplicación de las reformas de diciembre pasado a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) han traído consecuenc­ias contrarias a la deseada unidad del país. Más bien, han ahondado la fractura ya existente entre la sociedad y la clase política, han multiplica­do el malestar social, han achicado los márgenes de gobernabil­idad, de por sí delgados, y han introducid­o en el comportami­ento económico un innegable factor inflaciona­rio.

En tales circunstan­cias sería deseable que las autoridade­s fueran capaces de comprender la necesidad de emprender un viraje en el manejo de los energético­s porque, de mantenerse el rumbo actual, difícilmen­te será posible recuperar la confianza de la población en el gobierno, y mucho menos edificar la unidad nacional que el momento exige.

Es cierto que el lunes pasado el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, afirmó que “se revisa las viabilidad” de

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico