Hospital de Gineco Pediatría 3-A reduce 35% las cesáreas realizadas
Ahora la usa en 27.5% de partos; la recomendación es 15%
El Hospital de Gineco Pediatría 3-A del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) redujo 35 por ciento el número de operaciones cesáreas, con lo que se ubicó en el primer sitio en avances en esta materia.
De 40 por ciento de partos que anteriormente se resolvían con una operación quirúrgica, pasaron a 27.5 por ciento, lo cual es un avance. Aunque la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que estos procedimientos se limiten a 15 por ciento de los casos y sólo por cuestiones clínicas específicas.
El director del Seguro Social, Mikel Arriola, conoció estos resultados durante la visita que efectuó ayer a la delegación norte de Ciudad de México del instituto.
Para abatir la cantidad de cesáreas en el hospital, se pusieron en marcha diversas medidas, como tener una segunda opinión médica para tomar una decisión; se creó un comité de cesáreas y se da capacitación constante al personal médico sobre el contenido de guías clínicas y lineamientos técnicos relacionados con el manejo del embarazo y parto.
Al director del Seguro Social también le informaron sobre la primera Clínica de Mama, la cual funciona desde 2013 en ese nosocomio. Se ha atendido a 9 mil 800 mujeres, de las cuales, a 2 mil 715 se les practicó una biopsia y 317 requirieron cirugía.
Arriola estuvo después en las áreas remodeladas de urgencias pediátricas y consulta externa e inauguró el servicio de patología.
Durante el recorrido, el funcionario constató la aplicación y funcionamiento del decálogo de acciones para fortalecer la atención médica y reducir los tiempos de espera.
La delegación norte del IMSS de Ciudad de México atiende a un millón 886 mil 26 derechohabientes en 23 Unidades de Medicina Familiar y seis hospitales de segundo nivel. Al día otorga 17 mil consultas médicas, en promedio.
En la Unidad de Medicina Familiar 41 recientemente remodelada, el director del IMSS observó la aplicación de acciones como Unifila para atender a los derechohabientes que llegan sin cita y la entrega de pases de referencia al segundo nivel de atención, con citas programadas dentro de los siguientes 20 días hábiles. a normalidad es un valor muy importante en la educación. Ello, porque la escuela tiene como uno de sus objetivos estandarizar a los alumnos de acuerdo con un perfil predeterminado ideológicamente y respaldado por la estadística, aunque no por criterios de salud mental ni de ética. En busca de aceptación, la mayoría de las personas se esfuerzan por ser o parecer normales y renuncian a la originalidad. Para los sicoanalistas la normalidad es solamente “el triste destino de la mayoría de nosotros”. El brillante siquiatra escocés Ronald David Laing escribió: “Lo que nosotros llamamos normal es producto de una represión, negación, disociación, proyección, introyección y de otras formas destructivas de la experiencia”. Por suerte, la genialidad es imposible de ser anulada por las técnicas alienantes de la educación. Entre los genios que tuvieron problemas en la escuela destacan: Leonardo da Vinci, Pablo Picasso, Albert Einstein, Agatha Christie y Charles Chaplin. Thomas Edison, uno de los inventores más grandes de su siglo. llegó a casa un día y entregó a su madre una nota de parte del maestro. Ella leyó la carta en voz alta para su hijo con los ojos llenos de lágrimas: “Su hijo es un genio. Esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo; por favor, enséñele usted”. Muchos años después, ya fallecida su madre, quien patentara las baterías recargables, el fonógrafo y la bombilla, entre muchos otros inventos, revisando viejos recuerdos de la familia se encontró aquella carta doblada en el marco de un dibujo. El papel realmente decía: “Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela”. Edison lloró por horas y después escribió en su diario: “Thomas Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero gracias a su inteligente madre se convirtió en el genio del siglo”. Al igual que Edison, genios de diversas épocas tuvieron problemas en la escuela. Leonhard Euler y Blas Pascal, de los más grandes matemáticos de la historia, fueron educados por sus padres. Si algo tienen en común todos estos creadores, además de su mente brillante, es que la escuela no supo ver su genialidad. Eran niños con aparentes problemas de aprendizaje y una forma diferente de ver el mundo. Pero frecuentemente, la escuela también se equivoca…