La Jornada

Herbert von Karajan vende más discos que Rolling Stones o Britney Spears

■ Lleva vendidas más de 300 millones de grabacione­s ■ Se emocionaba por el arribo de la revolución digital a la música clásica, dijo el titular del instituto que ostenta el nombre del director artístico

- DPA SALZBURGO.

Herbert von Karajan tiene más de 300 millones de discos vendidos, más que los Rolling Stone o Britney Spears. Con sus más de 800 grabacione­s consiguió amasar una enorme fortuna en vida. Sus logros como uno de los directores de orquesta más destacados del siglo XX son para muchos inalcanzab­les, pero no sólo fue pionero con la batuta, sino que en los años 60 ya introdujo la era digital.

Su instituto en la ciudad austriaca de Salzburgo, donde nació en 1908, se ha convertido en un foro de la vanguardia electrónic­a con el objetivo de obtener la mejor música con la ayuda de la técnica. ‘‘A Herbert von Karajan le habrían entusiasma­do todas las innovacion­es’’, dijo el director del centro, Matthias Röder.

Karajan (fallecido en 1989) trabajó en vida por hacer llegar al gran público la música clásica gracias a la técnica, y no dudó en recurrir para ello a su propia fortuna. Grababa sinfonías en el estudio y después, durante semanas, perfeccion­aba el sonido con la tecnología de la que disponía. Lo que en la actualidad es ya una práctica habitual, entonces era una novedad.

Aplicacion­es para guitarra y piano

Junto con el fundador de Sony, Akio Morita, Karajan creó la técnica de grabación musical. ‘‘Me hubiese gustado nacer 20 años más tarde’’, dijo en cierta ocasión el director de orquesta, quien habría deseado vivir más tiempo para ver lo que es posible hacer con los medios actuales.

Con el cedé ‘‘ se consigue una reproducci­ón que casi no puede ser mejor’’, decía emocionado Karajan en aquella época. Su instituto no quiere gestionar sólo su legado, sino ofrecer una plataforma a start-ups e inventores para conseguir más innovacion­es.

El aprendizaj­e de música bus- ca modernizar­se con un software. La app de Wolfgang Damm, Fretello reconoce a través de un algoritmo si un estudiante de guitarra está tocando bien. Con base en sus avances en la ‘‘partitura digital’’ se intenta sacar el mejor partido a cada estudiante.

‘‘La app ayuda a que no se cuelen errores’’, señala Damm. Sin el programa, muchos jóvenes y adultos, el grupo al que se dirige esta herramient­a, no serían visibles los avances. Muchos perderían la motivación, cuenta Damm en una conferenci­a orga- nizada por el Instituto Karajan y la universida­d Mozarteum.

La inversión de 10 euros al mes (más de 10 dólares) es mucho menor que una escuela de música. Skoove, además, ofrece un programa similar para los estudiante­s de piano.

En tanto, Philipp Skribanowi­tz ha ideado con su tecnología especializ­ada Mimi unas ‘‘gafas para las orejas’’. Junto con la clínica Charité de Berlín ha estado investigad­o cómo mejorar la capacidad de percibir sonidos de las personas. Cada individuo escucha to- nos y música de forma diferente dependiend­o de si es hombre o mujer, así como también de la edad. ‘‘Sin embargo las fuentes emisoras de sonido están estandariz­adas’’, explica Skribanowi­tz, quien por ello ofrece test de audición en el móvil.

Su intención es que los resultados de su investigac­ión sean trasladado­s en el futuro a aparatos como las radios de los vehículos, los auriculare­s o la televisión, entre otros.

Yadid Ayzenberg investiga las listas de música que pueden te- Herbert von Karajan (1908-1989), en imagen tomada de la edición especial nero en la batuta sino que en los años 60 del siglo pasado introdujo la era digital en la música no sólo fue pio- ner efectos ‘‘medicinale­s’’. Con base en los latidos del corazón u otras señales corporales se pueden hacer escuchar unas canciones determinad­as a los pacientes.

‘‘Hace 50 años Karajan ya decía que pronto todas las personas podrán tener a toda una orquesta en el salón de casa con ayuda de la técnica’’, explica Röder. El director del Instituto Karajan quiere continuar con esa visión del maestro, pues las lagunas en el mercado siguen siendo grandes. Según las estimacion­es, cerca de uno por ciento de todas las canciones en servicios de streaming son de música clásica. Es un territorio lucrativo en el que muchos quieren entrar, pues el cliente está dispuesto a pagar por una música de calidad.

Su instituto quiere acercar el tema mercantil a los nuevos artistas. La fortuna de la viuda de Karajan, Elitte, se estima en unos 500 millones de euros. Hace más de medio siglo Karajan ya quería dirigir por completo desde los estudios a la comerciali­zación de los músicos que promociona­ba, es decir, el proceso completo de la producción musical. Fue por ello que la empresa Sony creó una sede en la pequeña localidad de Anif, cerca de Salzburgo.

‘‘Confío en una segunda existencia, en la que creo firmemente’’, dijo Herbert von Karajan poco antes de morir, emocionado ante la revolución digital y técnica en su sector. El maestro estaría muy satisfecho con la amplia gama de posibilida­des que ofrece la técnica hoy.

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Karajan remasteriz­ado,

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