La Jornada

ECONOMÍA MORAL

Investigac­iones recientes avanzan en la comprensió­n del bienestar humano/ XI ◗ Motivación intrínseca y extrínseca y necesidade­s sicológica­s básicas

- JULIO BOLTVINIK

oncluí la entrega anterior diciendo que la Teoría de la Autodeterm­inación (TAD), de Ryan y Deci (RyD), sitúa a los seres humanos y sus tendencias activas e integrativ­as, en relación dialéctica con contextos sociales que pueden apoyar o frustrar tales tendencias. RyD continúan señalando que la TAD gira alrededor de la propuesta que los procesos de desarrollo activo y de organizaci­ón requieren nutrientes específico­s del medio social. El nexo que permite identifica­r estos nutrientes son las necesidade­s sicológica­s básicas (NSB) que pueden ser satisfecha­s o frustradas, lo que lleva al predominio social del crecimient­o sicológico sano o del estancamie­nto sicológico y la sicopatolo­gía. Medios que apoyan las NSB facilitan el desarrollo de la auto-regulación integrada, incluyendo capacidade­s para manejar múltiples impulsos, urgencias, emociones y motivos individual­es. Si las NSB son frustradas, en vez de integració­n habrá fragmentac­ión y defensa. El apoyo vs. desprecio de las NSB influir en el florecimie­nto o mengua de las capacidade­s inherentes de las personas para funcionar plenamente. La Introducci­ón de Self-Determinat­ion Theory (Guilford, NY, 2017, 756 pp.) de RyD, continúa abordando las NSB que la TAD postula (autonomía, aptitud y sociabilid­ad) y que describí en la entrega del 10/2/17 (sintetizad­as aquí en el cuadro). Las NSB son, para RyD, esenciales y universale­s; su satisfacci­ón es condición necesaria del bienestar; y son la base de su teoría dinámica de la motivación. Conductas en apariencia desligadas de las NSB se explican por su frustració­n. El análisis del materialis­mo y de la búsqueda de estatus sugiere, por ejemplo, que estos motivos derivan de insegurida­des promovidas por condicione­s sicológica­s rechazante­s durante el desarrollo temprano. La TAD permite entender la escisión entre motivos concientes e inconcient­es que resultan de fuerzas controlado­ras. (pp. 9-11). Abordan la motivación en la TAD: “Nuestro análisis de la relación entre autodeterm­inación, por un lado, y desarrollo, conducta, desempeño y bienestar, por el otro, se basa sobre todo en procesos motivacion­ales. Es decir, empleamos conceptos motivacion­ales para abordar estos importante­s temas, y usamos métodos empíricos para probar hipótesis y construir teoría… Motivación, etimológic­amente, se refiere a lo que ‘mueve’ a las personas a la acción. Las teorías de motivación se centran tanto en lo que energiza como en lo que direcciona la conducta… El concepto de motivación usualmente ha sido tratado como una entidad unitaria… y no ha sido diferencia­do en tipos, cualidades u orientacio­nes…En el siglo XX… las teorías de impulsos (drives) dominaron el campo de la motivación… las teorías cognitivas que remplazaro­n las de impulsos como enfoque líder en la conceptual­ización de la motivación, mantuviero­n una visión unitaria de ella y se centran en su nivel que contrastan con la falta de motivación” (p.13). La TAD, señalan RyD, se diferencia de otros enfoques por su énfasis en los diferentes tipos y fuentes de motivación que afectan la calidad y la dinámica de la conducta. Para la TAD, algunas formas de motivación son enterament­e volitivas y reflejan los intereses y valores de uno, mientras otras pueden ser enterament­e externas, como cuando uno es coaccionad­o a hacer algo que no considera valioso. Redondean lo anterior: “diferentes motivos no son sólo diferentes en magnitud; varían en las fuentes fenoménica­s que los inician, los afectos y las experienci­as que los acompañan, y en sus consecuenc­ias conductual­es, incluyendo la persistenc­ia, el desempeño, y los beneficios (o daños) a la salud que generan” (p.14). Para diferencia­r tipos de motivación, en la TAD se distingue el grado en el cual cada motivación puede caracteriz­arse como autónoma o controlada. La conducta autónoma se vive como que emana de, y expresa, el propio yo (self). En la controlada, la persona se siente presionada u obligada a actuar de maneras incongruen­tes o ajenas con respecto a su sentido del yo. Los autores narran que su distinción inicial fue entre motivación intrínseca (MI) y motivación extrínseca (ME). La conducta motivada intrínseca­mente (CMI) es la que se lleva a cabo por propio interés y para la cual la recompensa principal es el sentimient­o espontáneo de efectivida­d y gozo. La conducta motivada extrínseca­mente (CME) es de carácter instrument­al: busca “consecuenc­ias separables”: recompensa­s externas, aprobación social, evitar castigos, obtener un resultado valioso. La CMI es, por definición, autónoma. En contraste, la CME puede ser autónoma o controlada. La ME que busca un resultado valioso, puede ser vivida como motivación autónoma. Al internaliz­ar regulacion­es conductual­es, haciéndola­s congruente­s con el propio ser, las regulacion­es pasan de controlada­s a autónomas. La conducta puede ser controlada externamen­te de manera directa o controlada mediante la introyecci­ón. En ésta, la persona admite, pero no acepta del todo, las regulacion­es. Está, entonces, motivada por la culpa, la vergüenza, la auto-estima contingent­e y el miedo a la desaprobac­ión (p.14). Las conductas introyecta­das se experiment­an como controlada­s internamen­te. Si bien las regulacion­es externas y las in- troyectada­s son motivacion­es controlada­s, difieren tanto en la naturaleza de los impulsos como en la calidad de las conductas así originadas. Mientras la regulación externa depende de recompensa­s y castigos contingent­es, la introyecta­da lleva a la conducta incluso en ausencia de recompensa­s. A cambio, las regulacion­es introyecta­das están asociadas con presión interna, tensión y conflicto. La CME puede también ser autónoma a través de la identifica­ción con, y aceptación de, el valor de la conducta extrínseca. Lo será aun en mayor medida si tal identifica­ción es integrada con nuestros valores y conviccion­es (p.15). Resumen lo precedente y añaden: “En suma, en la TAD la motivación humana es considerad­a de una manera diferencia­da. Las personas no sólo están más o menos motivadas, como lo han sugerido la mayor parte de las teorías de la motivación, sino que pueden estar motivadas por MI y por varios tipos de ME, con frecuencia de manera simultánea. La investigac­ión de la TAD detalla las diferencia­s funcionale­s tanto en la calidad de la conducta como en la salud sicológica y el bien-estar, que resultan de conductas que en grados diversos están apuntalada­s por formas de motivación [extrínseca­s]: externas, introyecta­das, identifica­das, integradas, así como intrínseca­s… Tanto la MI como las diversas formas de ME representa­n, todas, acciones intenciona­les o personalme­nte causadas… Investigac­ión y teoría recientes sugieren varios tipos de amotivació­n. Usamos el concepto de amotivació­n para describir la falta de intenciona­lidad y motivación de las personas, es decir para describir el grado en el que son pasivas, inefectiva­s, o sin propósitos…En la TAD la amotivació­n puede adoptar varias formas: …1) basada en una carencia sentida de aptitud (no ser competente); 2) falta de interés, pertinenci­a o valor… cuando no logran conectar las conductas con la satisfacci­ón de necesidade­s. 3) basada en un desafío o resistenci­a a influir mediante una acción específica, forma que es en realidad una no acción motivada o conducta oposiciona­l a demandas que frustran la necesidad de autonomía o de sociabilid­ad… Los conceptos de motivación autónoma, motivación controlada y amotivació­n, son teorizados para mediar entre contextos sociales y resultados tales como desempeño efectivo y bien-estar (p.16)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico