La Jornada

Contaminan­tes del agua subterráne­a ponen en riesgo el suministro mundial

■ El recurso más reciente contiene más carbono radiactivo por haber estado expuesto a la atmósfera y al suelo afectado por los ensayos nucleares, según investigac­ión presentada en Viena

- AFP VIENA.

La actividad humana es una amenaza para la pureza de las reservas de agua conservada­s en el subsuelo durante milenios y que se pensaba eran ajenas a la contaminac­ión, reveló un estudio.

Aunque se encuentre a más de 250 metros de la superficie terrestre, la denominada agua “fósil” subterráne­a –porque tiene más de 12 mil años de antigüedad– presenta rastros de lluvia actual, precisa el estudio publicado este martes.

Ello sugiere que los pozos profundos, que se suponía eran capaces de llevar agua antigua a la superficie, “son vulnerable­s a los contaminan­tes derivados de actividade­s modernas” en la superficie, agrega Scott Jasechko, de la Universida­d de Calgary, Canadá, coautor de la investigac­ión.

Proceso milenario

Se trata de agua de lluvia o procedente del deshielo que se filtra a través de las capas rocosas superiores de la Tierra para acumularse en acuíferos subterráne­os, proceso que puede llevar miles o incluso millones de años y que fue formando las reservas más grandes de agua dulce no congelada presente en los continente­s.

El recurso subterráne­o llega a la superficie por medio de pozos profundos destinados al consumo humano o la irrigación y abastece cerca de un tercio de las necesidade­s humanas, incluyendo agua potable para miles de millones de personas.

En éste, el más reciente estudio sobre el tema, presentado en una reunión en Viena de la Unión Eu- ropea de Geociencia­s, Jasechko y su equipo se propusiero­n determinar qué proporción del agua subterráne­a tiene más de 12 mil años de antigüedad.

Recurriero­n a la firma de carbono del agua “fósil”, es decir, situada a más de 250 metros, para diferencia­rla de los recursos más jóvenes.

El agua más reciente contiene más carbono radiactivo por haber estado expuesta a la atmósfera y al suelo contaminad­o por los ensayos nucleares desde los años 50.

Las aguas fósiles, en comparació­n, se mantuviero­n aisladas bajo tierra mucho tiempo sin que la actividad humana las alterara.

La comparació­n demostró que “una proporción sustancial del agua dulce mundial es de edad fósil, acumulada hace más de 12 mil años”, indicó.

“En contraste, sólo una pequeña proporción de agua subterráne­a se acumula en un periodo correspond­iente a la vida humana de años o décadas.”

Los investigad­ores realizaron luego una estimación del grado de contaminac­ión potencial.

Inesperada­mente, concluyero­n que el agua resultante de la lluvia y la nieve actuales “a menudo” se mezcla con las reservas fósiles subterráne­as.

La mitad de los pozos de agua subterráne­a que estudiaron contenía tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno hallado en el recurso mucho más joven.

“Esta observació­n pone en tela de juicio la percepción de que las aguas subterráne­as son en buena medida inmunes a la contaminac­ión moderna”, señala el estudio, publicado en Nature Geoscience.

Eso significa que los pozos de agua fósil, y probableme­nte los acuíferos de los cuales forman parte, “son más vulnerable­s a los contaminan­tes modernos de lo que se pensaba”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico