Londres, Europa y los cálculos electorales
a primera ministra británica, Theresa May, agregó gasolina al conflicto que su país mantiene con la Unión Europea (UE) al señalar que ésta pretende entrometerse en las elecciones inglesas, acusó a Bruselas de “proferir amenazas” contra Reino Unido y aseguró que en el seno de la Comisión Europea “algunos” buscan el fracaso de las negociaciones que mantienen Londres y la Europa comunitaria para suavizar la salida británica de la unión continental ( Brexit), decidida en un referendo realizado en junio de 2016.
Cabe recordar que el jueves de la semana pasada la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió al gobierno británico que no debía hacerse ilusiones en cuanto a la posibilidad de conservar, tras su salida de la UE, los mismos derechos que los de los países miembros, y mucho menos “derechos preferentes”. La advertencia aludía particularmente a las pretensiones británicas de conservar un acceso pleno al mercado comunitario y de preservar el estatuto privilegiado de la City de Londres como centro financiero europeo. Para conceder a Gran Bretaña beneficios especiales, Bruselas le exige que respete la libre circulación en su territorio de los ciudadanos de otros países europeos, algo a lo que las autoridades inglesas se niegan.
Lo dicho ayer por May no puede interpretarse sino como una alusión directa a la gobernante alemana. Con ello, las relaciones entre Reino Unido y la UE alcanzan una nueva cota de tensión y la salida británica de la unión continental, que en un principio fue vista como un proceso complicado y burocrático, pero cordial, podría convertirse en una ruptura política de consecuencias obligadamente perniciosas para todo el mundo, particularmente en lo que se refiere al ámbito comercial y financiero.
El motivo de May para tensar la cuerda en las negociaciones parece ser más bien el afán de aprovechar el buen momento de su partido, el Conservador, en las encuestas de opinión, a fin de asegurarse un mandato más holgado y duradero y garantizar su sitio en