La risa de unos niños y flores nacidas tras desastre detonan un homenaje a la vida
■ En función única en el Teatro de la Danza, interpretará Mil gotas, mil flores, propuesta alusiva al terremoto y el tsunami que causaron la muerte de miles de personas en Japón en marzo de 2011
se debiera a Fukushima, añadió el creador escénico, ‘‘lo que sí podemos hacer es bailar. En escena se utiliza un polvo blanco y flores como ofrenda para los muertos; y bailo sólo yo, con el espíritu de las personas que perdieron la vida, con el de las que sufren por la guerra”, ya que el artista se ha presentado en Palestina y Camboya.
Estar vivo frente a la muerte y el sufrimiento humano
Mil gotas, mil flores, explicó Takenouchi, ‘‘parte de la creencia de que todo lo que está vivo es gracias a todo lo que ha muerto. La danza agradece y honra lo que muere y lo que florece; estar vivo frente a la muerte y al sufrimiento de miles de personas. Es una ofrenda a la vida”.
Acompañado por la compositora Hiroko Komiya, en escena el bailarín ‘‘improvisa y experimenta; crea sonidos con percusiones, piedras, flautas o voz”.
La esencia de la agrupación Jinen Butho se centra en el simbolismo de su nombre: jinen, antigua palabra japonesa cuyo significado va más allá de lo que se aprecia como la naturaleza. ‘‘ Jinen es bailar con el flujo del universo, donde desaparece el yo para fundirse en la experiencia de danzar y ser danzado por jinen”.
Gracias al auspicio de la compañía mexicana Laboratorio Escénico Danza Ritual, encabezada por Eugenia Vargas, y la Coordinación Nacional de Danza, se podrá apreciar el trabajo en México de Atsushi Takenouchi.
Mil gotas, mil flores se escenifica hoy a las 20 horas en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte, estación Auditorio del Metro).