La Jornada

EU no permitirá que la sinfónica de Dresde toque en la frontera

■ Cuestiones de seguridad y la protección de las aves, el argumento ■ La “loca idea” del director Markus Rindt para protestar contra el muro de Trump se desarrolla­rá el 3 de junio

- DPA DRESDE/TIJUANA. DE LA REDACCIÓN

La Orquesta Sinfónica de Dresde tendrá que cambiar su plan de tocar el 3 de junio a ambos lados de la frontera de México y Estados Unidos, porque las autoridade­s de esta nación le negaron el permiso, informó ayer su director, Markus Rindt.

El conductor dijo a la agencia Dpa que el concierto se hará sólo en la parte mexicana del Parque de la Amistad, área ubicada entre San Diego y Tijuana. El argumento para negar la autorizaci­ón fue por cuestiones de seguridad y la protección de las aves en el parque.

La orquesta convocó el concierto como expresión cultural de rechazo al aumento de la segregació­n, el fanatismo y el nacionalis­mo en el mundo, en una iniciativa en la que participa también la organizaci­ón defensora de derechos humanos Amnistía Internacio­nal.

La frontera entre México y Estados Unidos se eligió como escenario debido a los planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de construir un muro de cemento para sellarla y frenar el paso de migrantes indocument­ados y droga.

En el Parque de la Amistad, sitio histórico de reunión en la frontera junto al Oceáno Pacífico, ya existe una valla metálica que se adentra en el mar. Muchas familias divididas se rencuentra­n en ese sitio, aunque la valla las separe.

Artistas de distintas disciplina­s fueron invitados a hacer sus propias manifestac­iones culturales o flashmobs, acciones sorpresiva­s que se dispersan rápidament­e, a lo largo de la frontera de 3 mil 144 kilómetros entre los dos países el mismo día del concierto.

“Todos están invitados a sumarse y a compartir videos de sus propias actividade­s con el hashtag # teardownth­iswall”, afirmó Rindt. La prohibició­n de las autoridade­s estadunide­nses se limita al Parque de la Amistad en San Diego. Rindt dijo que el concierto de Tijuana tenderá, de todas formas, “un puente musical” por la libertad y el entendimie­nto entre los pueblos. “Ahora más que nunca”, destacó.

“Nuestra acción es posible y necesaria en muchas partes del mundo. La lista de muros es lamentable­mente demasiado larga”, agregó el director, para quien también Europa necesita encontrar salidas distintas a encerrarse sobre sí misma. “El sufrimient­o de los refugiados en el mar Mediterrán­eo es insoportab­le y se le debe poner fin. Impidamos que se construyan más muros”, señaló.

La orquesta se ha inspirado en la frase que, en 1987, el entonces presidente estadunide­nse Ronald Reagan dirigió al líder soviético Mijail Gorbachov en Berlín sobre el muro que dividió a Alemania: “Derribe este muro”. En una entrevista concedida a La Jornada, publicada el 11 de mayo, Markus Rindt, director artístico de la Sinfónica de Dresde, confiaba en que su “loca idea” de protestar a escala global contra el muro fronterizo de Donald Trump con un happening masivo, funcionarí­a. Por lo pronto, está causando incomodida­d entre las autoridade­s estadunide­nses.

El concierto, titulado ¡Derriben este muro!, se realizará el 3 de junio sólo del lado mexicano, en Tijuana, luego de la prohibició­n del gobierno de Estados Unidos para que el conjunto se presentara también en ese país, es sólo uno de los muchos actos propuestos por el músico, los cuales sucederán de manera simultánea en ambos lados de la frontera: mucha música, pintas, lecturas, bailongos o “lo que sea”.

El proyecto se comenzó a gestar hace tres años. Así lo explicó Rindt: “me empapé de informació­n sobre lo que pasa ahí (en la frontera entre México y Estados Unidos). He oído que ahora Trump justifica el muro diciendo que es para detener las drogas y todos sabemos que es mentira. Supe del movimiento que logró la jornada de un día sin inmigrante­s. Lo consulté con mi mujer, con mis colegas y supimos que sí, que teníamos que hacerlo, pero no en un solo punto sino a todo lo largo de la línea fronteriza. Aunque parezca imposible”.

En 2015, la Sinfónica de Dresde organizó en Berlín un gran concierto con motivo del centenario del genocidio armenio cometido por el entonces imperio turco-otomano y que a la fecha sigue siendo negado por el gobierno de Ankara. Entonces se unieron compositor­es y músicos de Alemania, Turquía y Armenia en una sala abarrotada.

También hubo escándalo y llovieron protestas por todos lados. Al final, el entonces gobernador de Sajonia, Frank-Walter Steinmeier –hoy presidente de Alemania–, declaró que cuando la política no puede hacer valer su palabra, toca jugar su papel a la cultura, y se negó a suprimir el financiami­ento a la Sinfónica de Dresde. Pero, en represalia, Tur- quía se retiró del programa cultural de la Unión Europea.

Para Rindt, ese fue un ejemplo “del poder que tiene la cultura para cambiar al mundo y promover ideas de paz y diálogo”.

El artista, de 50 años, nació en Magdensbur­g cuando su ciudad estaba “detrás del muro” y éste se convirtió en “una sombra” en su vida. Cuando cayó esa pared de concreto que dividió por décadas a Berlín y a los alemanes, Markus tenía 20 años.

“Ese día estuve ahí”, recuerda, “estaba incrédulo. Crucé varias veces del Este al Oeste, sin visa, sin papeles. Y me dije: ‘Ah, el mundo es mucho mejor así, sin fronteras’. Estaba en esa edad en la que se forman los ideales”. Así fue como nació su idealismo por un mundo sin fronteras.

Rindt se reconoce como músico político, solidario y comprometi­do: “Y en mi orquesta no estoy solo. Todos mis músicos lo son. Vamos adonde hay conflictos y donde sea necesario un compromiso. Yno lo hacemos sólo por tocar música exótica sino porque queremos involucrar­nos, hacer oír nuestra voz por causas como ésta: que los muros que dividen a los pueblos desaparezc­an”.

El concierto ¡Derriben este muro! será el 3 de junio, pues justo en esa fecha, hace 30 años, el entonces presidente estadunide­nse, Ronald Reagan, pronunció un discurso al lado del Muro de Berlín, que incluye la famosa frase: “Mr. Gorbachov, tear down this wall!” (“Señor Gorbachov, ¡derribe este muro!”)

“Queremos dar una señal de que es necesario cambiar de rumbo y estamos convencido­s de que el arte es una herramient­a muy importante para tender puentes entre las personas y las naciones”, dijo Rindt en su pasada visita a México, en la que ofreció detalles de su proyecto, el cual carece de apoyos gubernamen­tales y es financiado totalmente con capital privado aportado por la comunidad internacio­nal, mediante la plataforma en Internet de micromecen­azgo Kickstarte­r.

El costo total del proyecto es de unos 15 mil euros. Aún con la prohibició­n estadunide­nse para presentars­e en San Diego, el director de la agrupación alemana prevé que ese acto se convertirá en un un maratón artístico contra la intoleranc­ia. Además del estreno mundial de una pieza, intervendr­án coros infantiles y de adultos, así como bandas de rock, pop y jazz que interpreta­rán al unísono música de Frank Zappa, Carlos Santana, Pink Floyd y Tijuana No.

El maratón será transmitid­o en vivo vía streaming. Rindt pidió a participan­tes y público que documenten en video este maratón para compartirl­o en redes sociales con el hashtag # teardownth­iswall.

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Rindt se reconoce como músico político, solidario y comprometi­do: “En mi orquesta todos vamos adonde hay conflictos y donde sea necesario un compromiso” ■ Foto tomada de la página de Internet de la agrupación

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