En riesgo, tercera parte de las aves en México: expertos
Se extinguieron 19 especies endémicas La actividad humana, entre las causas
riginaria de Tlaxiaco, Oaxaca, la investigadora Virginia González Santiago continúa su charla con La Jornada acerca de su más reciente novela, El día menos pensado, sobre el “escabroso” tema del derecho a una muerte digna, siendo que desde tiempo inmemorial especies animales domésticas y de compañía tienen la posibilidad de ver interrumpida su vida cuando ésta ha perdido calidad y características esenciales. “No sólo es cuestión de conservadurismo –prosigue Virginia–, sino de algo peor: un burocratismo extendido que estorba a una realidad que ha rebasado normativas y buenas intenciones institucionales, por no hablar del manejo amarillista de la muerte por los medios, la negligencia de las instituciones educativas y los creyentes obedientes, más que responsables. “Ante esta manipulada normalización de la inseguridad, la violencia y la muerte en la vida cotidiana del país, materias como la tanatología –estudio multidisciplinario de la muerte y el morir– se hacen obligatorias desde la primaria hasta la universidad, frente a los grandes huecos educacionales. Perduran prejuicios que impiden aceptar nuestra condición de mortales de manera consciente y libre, no resignada ni sacralizada, y menos con esa obstinación médicomercantil que ve aún a la muerte como enemiga y negocio. “Según cálculos, en la Ciudad de México hay unos 300 mil pacientes en etapa terminal, sin que se sepa cuántos de éstos, por su estado, requieren o quisieran ser apoyados. No se discute la decisión del enfermo que rechace la eutanasia o el suicidio asistido, pero los que sí lo desean, ¿a quién recurren o a qué se atienen? Esta otra forma de violencia no se ha estudiado ni hay visos de corregirla, precisamente por burocratismo e intereses laicos y religiosos. “El caos en los costos del Documento de voluntad anticipada en los 12 estados con la ley correspondiente, la desinformación de cuántas personas, a escala nacional, poseen el texto y la indecisión de la Secretaría de Salud para coordinar esfuerzos con el notariado nacional y cobrar un precio accesible, son otras muestras de nuestro atraso en la materia. “Mi novela es una reflexión de los personajes sobre la posibilidad o imposibilidad de morir dignamente. Es contribuir a despertar conciencia para darle más sentido a nuestros días, incluida la opción de cómo y cuándo morir”, concluye. El libro está en las librerías de La Jornada y El Sótano. Una tercera parte de las especies de aves que existen en México están en riesgo. Esto representa que probablemente están extintas del medio silvestre, en peligro de desaparecer, amenazadas o sujetas a protección especial.
Los especialistas calculan que en el mundo hay alrededor de 10 mil especies de pájaros, y México es uno de los países más ricos al contar con 11 por ciento de esos ejemplares, en territorio nacional habitan mil 150. Sin embargo, de éstas, 388 (33.7 por ciento) se encuentran en peligro.
Así lo informó Marco Antonio Gurrola Hidalgo, curador de la Colección Nacional de Aves de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante la conferencia Las aves extintas o en peligro de extinción, que ofreció el viernes pasado en el Museo de las Ciencias Universum.
Algo grave para la naturaleza mexicana es que 19 especies de aves endémicas del país están extintas, entre ellas, el toqui pinto de Guadalupe, el carpintero de pechera de Guadalupe, el saltarroca de San Benedicto y el go- rrión bigotudo, de la Isla Todos Santos.
Gurrola Hidalgo señaló que entre los factores que causan la defaunación están desastres naturales (incendios, sequías, tormentas, inundaciones o erupción de volcanes), actividades humanas (cacería, la venta y el tráfico de aves) y la introducción a los hábitats de especies invasoras.
La conferencia del especialista de la Facultad de Ciencias de la UNAM, que se celebró como parte de las actividades del Mes de la Biodiversidad, fueron difundidas por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Las regiones del país donde más han desaparecido las especies de aves son las islas de Baja California y Revillagigedo, indicó.
“Las islas se conservaron vírgenes por cientos de miles de años hasta que llegó el humano, metió fauna exótica o invasora y empezaron a convivir; hubo competencia por alimento, nichos o se empezaron a alimentar de las especies nativas.”
Dio algunas recomendaciones para proteger la fauna, incluidas las especies aladas, como no comprar aves de ningún tipo. Las autoridades, subrayó, deben aprobar y aplicar leyes más estrictas.
“Tenemos un mercado de Sonora (en la Cuidad de México y donde se venden especies de procedencia ilícita) que sigue operando; y en las carreteras, por ejemplo, en la de Toluca, hay gente que vende pericos”, lamentó.