LAS REBANADAS DEL PASTEL
cual motivó que se modificara el rango de expectativa de crecimiento de entre 1.3 y 2.3 por ciento a 1.5 y 2.5 para 2017. Ese rango no es el que nos gustaría, pero es una buena noticia”, porque –celebró– “será mayor al que registrarán la región y muchos de los socios comerciales de México. Las reformas están funcionando, y generan una economía con mayor capacidad de resistencia y los datos son alentadores” (La Jornada, Israel Rodríguez). ¡Ole!, la frivolidad de Luis Videgaray ha hecho escuela. Los expertos en el tema –incluso ligados a la geniocracia neoliberal que se apoderó del país 35 años atrás– coinciden en que lo mínimo que el país requiere para comenzar a salir del hoyo –y sólo para eso– es un crecimiento anual sostenido de 6 por ciento, pero en Los Pinos y zonas afines celebran la “mejor dirección” de la economía nacional; es decir, un eventual “avance” de… 0.2 por ciento, el cual, dicho sea de paso, de cualquier suerte se quedaría corto –en caso de que se concretara– con respecto a la estimación original de 2-3 por ciento en el año (Criterios Generales de Política Económica), que fue aprobada por el Congreso. Migajas, pues, pero están fascinados. De materializarse la noticia “alentadora” (Meade dixit), entonces el promedio anual de “crecimiento” del país en cinco años de gobierno peñanietista (2013-2017) alcanzaría un rango de entre 1.9 y 2.1 por ciento, no registrado por el México “pre moderno” y “pre reformado” desde 1915-1919, en tiempos de Venustiano Carranza. Si se prefiere, sólo como referencia, en los pasados cinco años del gobierno porfirista la tasa anual promedio de “crecimiento” fue de 1.8 por ciento. Entonces, no cabe duda de que el panorama es “alentador”. Por otra parte, tiene sus bemoles aquello De la lectoría sobre las siempre eficientes y humanitarias instituciones públicas: “quiero difundir un caso más de negligencia y discriminación en el Issste. Ocurrió un episodio de negligencia y discriminación de mi hijo, que es autista, bajo aprobación de funcionarios del Hospital 20 de Noviembre, negándole la atención hospitalaria. El expediente se mandó a la Conapred y ahora ya contamos con documentos firmados por autoridades del Issste donde se puede hacer notar discriminación no sólo a los niños con capacidades diferentes, sino también para cualquier paciente que habite en la zona metropolitana de la Ciudad de México, dado que aunque tenga una enfermedad grave como cáncer no será prioridad para este hospital. Todo está documentado” (Jesús Jaime Moreno, profesor Investigador-SNI del Instituto Politécnico Nacional; jaimemor1979@yahoo. com.mx).