“NO DEJEN DE LUCHAR HASTA QUE SE RETIRE LA ÚLTIMA PIEDRA”
básica y promoción de la salud.
Cremos que las medidas unilaterales lo único que generarán es el abandono masivo de apoyo en los albergues y centros de acopio, la reducción de las brigadas universitarias, el rompimiento de los lazos de cohesión social que se están generando mediante la solidaridad en las calles y, en suma, la desmovilización social. Frente a ello no podemos permanecer inertes.
De reanudar las clases, ¿quién estará a cargo de las labores de apoyo, de los centros de acopio y de los albergues? ¿Acaso la Marina?, ¿el Ejército?, ¿la Policía Federal? Tengamos presente que en estos días ha quedado demostrado que a los gobiernos federal y estatales no les interesa en demasía la situación que padece nuestra ciudad y los demás estados del país, esto está comprobado cuando observamos la forma en cómo se apropian de los víveres, de los centros de acopio, de las herramientas de trabajo y, por si fuera poco, cómo obstaculizan los trabajos de rescate y apoyo. Desde nuestra perspectiva, antes que plantearnos el regreso a clases, debemos replantearnos el sentido del propósito esencial de nuestra universidad:
Artículo 3, Estatuto General de la UNAM: “El propósito esencial de la universidad será estar íntegramente al servicio del país y de la humanidad, con un sentido ético y de servicio social, superando constantemente cualquier interés individual”. Si no es el pueblo y sus jóvenes ¿quiénes reconstruirán este país? #NadieALasAulas #TodxsALasCalles. Por mi raza hablará el espíritu ¡El pueblo a la universidad y la universidad al pueblo! Hoy hace 32 años, a cuatro días del gran terremoto, renació mi hermano Pancho de entre los escombros del cuarto piso de un edificio de nueve: el de residentes del Hospital General. Al día siguiente (quinto día), rescatamos a otra doctora que estaba en el segundo piso, así que no pierdan la esperanza, no dejen de luchar hasta que se retire la última piedra.