Expertos en arteterapia atenderán a afectados por el terremoto
Esta semana, más de 60 terapeutas recorrerán en brigadas varios puntos de la CDMX
Más de 60 especialistas del Taller Mexicano de Arteterapia emprenderán una campaña de atención postraumática basada en el dibujo y la pintura para niños y adultos afectados por el terremoto del pasado 19 de septiembre en la Ciudad de México y el estado de Morelos.
Se estima que esta iniciativa, totalmente independiente y autogestiva, comenzará a operar en el transcurso de esta semana a manera de brigadas en diferentes puntos de la capital mexicana y la entidad morelense.
Así lo adelantó ayer a La Jornada Ana Bonilla Rius (Ciudad de México, 1965), fundadora y directora de aquella asociación civil, la cual tiene 13 años de operar en el país atendiendo a víctimas de violencia doméstica, adolescentes en conflicto, refugiados, reclusos, enfermos y otros problemas de carácter social a partir de la arteterapia.
De acuerdo con la artista visual y arteterapeuta, una vez que concluya la actual fase de emergencia derivada del movimiento telúrico –sobre todo lo que tiene que ver con el rescate de víctimas y de cuerpos–, “comenzará el momento más crítico y delicado” para quienes se vieron afectados de manera directa por esa catástrofe, de allí que se necesario diseñar un plan de acción con el fin de atenderlos lo más pronto posible.
■ La atención postraumática que ofrece el taller, encabezado por Ana Bonilla Rius, se basa en el dibujo y la pintura ■ Se dirige a niños y adultos, ya que “regresar a la vida cotidiana es la parte más fuerte, la más difícil”, señala ■ Rechaza que cure: su fin es ayudar a dar un nuevo sentido al dolor
“Regresar a la realidad, a la vida cotidiana después de todo acto traumático es la parte más fuerte para toda persona, la más difícil. Ahorita estamos en la acción, pero pasar a la reflexión y la asimilación cuesta y duele mucho”, según la especialista, una de las primeras arteterapeutas en México, maestría que concluyó en 2000 en la universidad Complutense, de Madrid, España.
Ana Bonilla explica que esta disciplina es una forma de sicoterapia cuyos orígenes se remontan hasta hace casi 70 años en Inglaterra, la cual se vale del arte visual, sobre todo del dibujo y la pintura, como herramienta para recuperar o mejorar la salud mental y el bienestar emocional o social.
Rechaza, sin embargo, que sirva para curar; aclara que su propósito es ayudar a resignificar, dar salida al mundo interior de una persona afectada y un nuevo lugar, incluso un nuevo sentido a su dolor.
“Su fin es vincular al sujeto con sus emociones, darle un espacio mas allá de lo verbal para poder expresarse; de allí que el sujeto logre construir su propio lenguaje a través de un proceso creativo y resignificar de manera distinta algunos procesos que haya experimentado o sufrido”, agrega.
“Pensar que uno puede curar con esto a alguien después de una pérdida es absurdo, pero sí hace posible dar salida a ese dolor y otorgarle un significado distinto. El arte puede ser también una herramienta de conocimiento más profundo de las emociones, pero de allí a pensar que puede curar, por ejemplo, el dolor de una madre que pierde un hijo, hay mucha distancia. Sirve, pues, como medio para transitar mejor las heridas”.
Egresada de la otrora Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hoy Facultad de Artes y Diseño, y especializada en sicoanálisis, Ana Bonilla