Honduras: paro cívico contra el fraude electoral
el golpista Jorge Quiroga, en el que se compromete a acatar los resultados del TNE siempre y cuando se respeten los números de las actas en poder de todos, pero seguidamente los miembros del Tribunal Electoral, conformado por el Partido Nacional, Democracia Cristiana (cuyo dueño es Arturo Corrales, el gurú caído; Unión Democrática y el Partido Liberal), no así por representantes de miembros de los Partidos de la Alianza (Libre, PINU-SD y del PAC robado a Nasralla), anunciaron que el sistema se cayó, por lo que no ingresaran nuevas actas, que para los militantes de la Alianza Opositora corresponden a departamentos y municipios donde se gana holgadamente la casilla presidencial.
El argumento de Nasralla para suscribir dicho acuerdo sin el consentimiento de las bases de la alianza es que JOH, una vez que alcanzara y superara a Nasralla, el TNE lo declararía presidente. Ello, además, fue denunciado por el Partido Alianza contra la Dictadura, por lo que han llamado a los militantes a que vengan a la ciudad capital a defender el triunfo de Nasralla, ya que se lo quieren robar con un fraude.
Ha habido protestas en todo el país denunciado esta nueva maniobra del Partido Nacional en contubernio con miembros del Tribunal Electoral (se excluye a Ramiro Lobo, de la UD) y algunos representantes de los observadores internacionales que, según el argumento de la alianza, todavía no se pronuncian sobre la falta de ingreso de las actas procedentes de los departamentos y municipios donde le dan el triunfo a su candidato. Los observadores hablan y exigen mayor celeridad al TNE, pero sólo se procesan actas en las que JOH ganó. Nasralla exige un contento aleatorio para evitar y no permitir un fraude electoral que sólo beneficia a JOH y su grupo.
Al parecer la suerte está echada y el TNE, con apoyo de la OEA, iglesias evangélicas fundamentalistas, cierto grupo de la empresa privada ligada a la industria maquiladora y firmas extractivas, dirigentes campesinos corruptos y la mayor parte de los medios televisivos darán a conocer resultados en los que JOH gana por poco margen, pero gana. En el caso de la embajada estadunidense, llama la atención su silencio cómplice y es de esperar que reconozca a JOH como presidente de Honduras para un segundo periodo consecutivo aunque sea una elección ilegítima y su gobierno haya sido cuestionado por actos de corrupción.
Todos estos elementos permiten argumentar que en Honduras