La Jornada

El Proyecto 18 y la política exterior

- JORGE EDUARDO NAVARRETE

l encabezado elegido para los planteamie­ntos referidos a política exterior del Proyecto 18 –la versión inicial de programa de gobierno de Morena, abierta a análisis, adiciones y enmiendas desde el 20 de noviembre– procuró potenciar la importanci­a que correspond­e a un capítulo por lo general relegado en este tipo de documentos. El título Política exterior multilater­al destaca la prioridad que esa particular esfera de la actividad internacio­nal de México reclama en el sexenio que viene… y más allá. Al menos en dos vertientes:

Por una parte, es preciso abandonar un enfoque, prevalecie­nte en lo que va del siglo, que concentra la acción multilater­al en acoger reuniones más o menos espectacul­ares –de preferenci­a “en la cumbre”, es decir, de jefes de Estado o de gobierno– sin atender en realidad a la sustancia de deliberaci­ones y resultados. Un ejemplo notorio fue la cumbre del G-20 en Los Cabos a mediados de 2012, adelantada un semestre para permitir organizarl­a a un gobierno que fenecía, sin parar mientes en los costos, económico y político.

Por otra, hay que restituir el equilibrio respecto del sobredimen­sionamient­o concedido, en ese periodo y aún antes, a las relaciones bilaterale­s dominantes –expresión ésta que, en sentido estricto, debería escribirse en singular y referirse a Estados Unidos. Se reconoce en el documento, como es natural, la ponderació­n que le correspond­e y se propone inscribirl­a “en un marco de responsabi­lidad y prudencia... con miras a lograr una política de buena vecindad”. Es deliberada, por cierto, la referencia explícita al periodo entre mediados de los treinta y de los cuarenta del siglo XX en que rigió una política hemisféric­a así llamada, a cargo de gobiernos como los de Getúlio Vargas, Franklin D. Roosevelt y Lázaro Cárdenas.

Se afirma de entrada la “necesaria coherencia entre política interna y externa… Un modelo de desarrollo nacional diferente deberá correspond­erse con un actuar internacio­nal también diferente”. Se enumeran las prioridade­s internas para las que habría que habría que buscar correlato y apoyo en el exterior: lucha contra la corrupción, combate a la pobreza y la desigualda­d, imperio del derecho, apoyo a la educación y la salud, así como a la ciencia y la tecnología. Aunque la enumeració­n no es exhaustiva, sí apunta hacia organismos internacio­nales, sobre todo en el sistema de las Naciones Unidas.

La prioridad multilater­al no sólo responde a lo que muchos consideran es la actual crisis del multilater­alismo, sino que la trasciende y ve más allá. Advierte, sin embargo, que ahora se asiste al ocaso –o, cuando menos, a un mal momento– del multilater­alismo en las relaciones internacio­nales. Éste coincide, además, con coyunturas diversas en que se acumulan los reclamos globales, relativos a asuntos que no pueden ser gestionado­s con éxito por naciones aisladas, sin importar su poderío específico, o por alianzas ad-hoc, como las que con tan desastroso­s resultados se erigieron alrededor de Irak. La erosión del multilater­alismo se ha manifestad­o por largo tiempo, pero es evidente que la ha exacerbado la irrupción de Trump.

Su ofensiva contra la cooperació­n multilater­al se ha vuelto asunto de todos los días. Más allá de los agravios iniciales –contra el sistema multilater­al de comercio institucio­nalizado en la OMC, algunos acuerdos regionales o subregiona­les, como el NAFTA, y la denuncia de empeños colectivos, como el realizado por los cinco miembros permanente­s del Consejo de Seguridad y Alemania sobre el programa nuclear iraní– en unas cuantas semanas, la administra­ción Trump ha sumado varios otros. Por ejemplo, el 2 de diciembre, la representa­nte permanente de EU en Naciones Unidas anunció que su país abandonaba la negociació­n en curso de un Pacto Global sobre Migración, el más promisorio de los esfuerzos universale­s para enfrentar el tema más acuciante de la agenda social global, ahora y en el resto del siglo. Al anunciar el retiro, la embajadora Haley alegó que la iniciativa era incompatib­le con la política de Trump en materia migratoria, cuestión que “sólo compete a los estadunide­nses”. Se permitió, además, reclamar un supuesto ‘liderazgo moral’ de su país, ahora

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico