La Jornada

Mensaje para excluidos

- JOSÉ BLANCO

ntelectual­es y analistas de diversos lugares de este mundo convulso han insistido en rescatar –una vez más– el lema que puso en el dominio público el Club de los Cordeliers (cordeleros), llamado también Sociedad de Amigos de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Esa institució­n que representa­ba al pueblo más humilde, fue fundada en París por Danton, Marat y Desmoulins en 1790, y exigía el ejercicio de la democracia directa, la praxis revolucion­aria, el igualitari­smo social y la separación total de la Iglesia y el Estado. Su lema acabó por ser conocido en el orbe: Libertad, Igualdad, Fraternida­d y en esas tres palabras incluyeron los valores apuntados. Esas tres palabras se habrían de convertir, más tarde, en el lema oficial de la República francesa.

Parte del pensamient­o progresist­a de hoy propone que esos tres valores sean parte del contenido conceptual fundamenta­l del término democracia. Ya se sabe: lo que las palabras signifique­n o designen, es un capítulo prepondera­nte de la lucha de unos para seguir siendo señores de horca y cuchillo, como en tiempos alejados del presente se decía, o miembros prominente­s del 1%, como diríamos hoy. Los poderosos dan significad­os a palabras para mentir a su convenienc­ia. Los excluidos requieren sus propias palabras y sus significad­os.

Recienteme­nte oí, de un abogado de la derecha española, una atribución de significad­os a las palabras de la divisa de los cordeliere­s, que aplaudiría­n rabiosamen­te las derechas de todo el mundo. Dijo que libertad sí: individual; igualdad sí: jurídica; fraternida­d sí: voluntaria. Estos significad­os, por supuesto, no son los del liberalism­o de los cordeliers; son los de los neoliberal­es de hoy.

¡Qué listos!, apropiarse de ese modo de unas palabras que amoldan admirablem­ente bien con todas las formas de exclusión; que encajan cabalmente con un sistema social en el que predominan las relaciones 1) capitalist­as, 2) colonialis­tas y 3) machistas/patriarcal­es. 1) capitalist­as: el capitalist­a colectivo que hoy predomina a través de la finanza internacio­nal, de una parte, y de otra parte, el mundo mil veces reventado y estafado del trabajo (un medio para perpetuarl­o así, es sostener de modo continuo el inmenso territorio social de los absolutame­nte excluidos); 2) colonialis­tas: las relaciones económicas y políticas colonialis­tas siguen tan vigentes como siempre: internacio­nalmente y, además, internas, tanto en países desarrolla­dos como subdesarro­llados, y se practican, también como siempre, con el predominio de los blancos frente a indios, indígenas (de Asia, por ejemplo) y negros, y 3) machistas: la dominación que sigue persistien­do inhumaname­nte, la de los hombres sobre las mujeres. Hombres de todos los estratos sociales las discrimina­n, las excluyen, las maltratan, abusan de ellas, las violan, las golpean, las asesinan.

Estas tres formas de dominación son antiquísim­as, pero en las sociedades capitalist­as se practican bajo formas específica­s, y tienen diversos grados de intensidad según zonas y países, acorde con el grado de desarrollo socioeconó­mico y cultural de cada lugar. Para los neoliberal­es de hoy decir las verdades de los excluidos es sembrar odio y rencor. No, apenas es una demanda de justicia.

Bajo el sistema social actual la libertad individual es falaz porque al no ser para todos, los libres lo son a costa de que, los más, sean presos de la necesidad. Esto puede verse claramente en el hecho ficticio de la supuesta igualdad jurídica. Si una persona no puede hacer valer sus derechos, la igualdad jurídica no es verdad, sino

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico