EMPRESAS
La corrupción en la basura
a generación de desperdicios en la época moderna crece como la espuma, y tanto los servicios de limpieza como la recolección y confinamiento de basura son dos de los grandes negocios de nuestro siglo.
Esta industria multimillonaria es botín para algunos empresarios y políticos sin ética. Dos ejemplos son la limpieza de edificios públicos en Ciudad de México y la recolección de basura en Ciudad del Carmen, Campeche.
La limpieza de oficinas públicas en el pasado se llevaba a cabo por personal de cada institución, pero hace años se despidió al personal de base y se concesionó el servicio a particulares. Por desgracia, el servicio de limpieza lo manejan unas cuantas personas, entre las que destacan las de Marco Antonio Reyes Saldívar, quien por conducto de firmas como Reisco, Ocram Seyer y Mantenimiento Xielsa administra las licitaciones por medio de la adjudicación directa y acuerdos con servidores públicos. Así, controla los servicios de limpieza en las secretarías de Comunicaciones y Transportes, de Educación, de Cultura y de Salud, así como en la Cámara de Diputados, el Metro y otras oficinas públicas. El gran problema es que los servicios que otorga son caros y de mala calidad, además de que sus trabajadores se quejan de que mala paga y peores tratos. reciben
En el caso de Ciudad del Carmen, la empresa Promotora Ambiental (Pasa), de Alberto Garza Santos, es la encargada de la recolección de basura y del manejo de un tiradero sanitario a cielo abierto que contamina la laguna de Términos y pone en riesgo a la población.
Pablo Gutiérrez Lázarus, presidente municipal de Ciudad del Carmen, quien pronto dejará el cargo para buscar una diputación federal, conoce las diversas anomalías de Pasa, tanto por