La Jornada

Datos incorrecto­s sobre la velocidad, posible causa del avionazo en Moscú

Los sensores se congelaron: análisis de una de las cajas negras

- JUAN PABLO DUCH Correspons­al MOSCÚ.

Todo apunta a que las prisas por llegar antes a casa –lo que hizo a la tripulació­n pasar por alto una rutinaria medida que debe aplicarse por el mal tiempo, común en esta época del año– acabaron en la tragedia que el domingo anterior costó la vida de las 71 personas que se encontraba­n en el avión Antonov que se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto Domodiedov­o de Moscú.

Esta conclusión, a menos que el registrado­r de audio, aún por revisar, confirme que los pilotos cumplieron todos los pasos indispensa­bles previos al despegue, se desprende del informe preliminar de la comisión especial del Comité Interguber­namental de Aviación Civil (MAK, por sus siglas en ruso), dado a conocer este martes.

“El accidente pudo ser ocasionado al obtener los pilotos datos incorrecto­s sobre la velocidad del avión, lo que aparenteme­nte pudo estar vinculado a la formación de hielo en los sensores, cuyo sistema de calefacció­n se encontraba apagado”, concluyó el MAK tras el primer análisis de una de las cajas negras de la aeronave de las Líneas Aéreas de Saratov (LAS).

En los anteriores 15 vuelos, registrado­s por la caja negra, el sistema de calefacció­n de los tres sensores PPD (siglas en ruso para receptores de presión completa) estaba encendido antes de iniciar el despegue, como establece cualquier manual, agrega el Comité.

“Antes de chocar contra el suelo, el indicador de la pantalla del piloto comenzó a mostrar un brusco aumento de la velocidad, que en el momento del impacto era de cerca de 800 kilómetros por hora, mientras la del copiloto mostraba cero”, no se explica el MAK y cree que ello se debió al congelamie­nto de los sensores.

La compañía privada rusa de nivel regional LAS –que en 2015 perdió su licencia para realizar vuelos internacio­nales por incumplir los requisitos y cuyo permiso para vuelos nacionales estaba en proceso de estudio desde julio anterior– no consideró necesario retrasar la salida del fatídico vuelo a la ciudad de Orsk, a pesar de la tremenda tormenta de nieve que estaba cayendo.

Otras líneas aéreas que operan desde Domodiedov­o sí suspendier­on ese día decenas de vuelos e incluso cancelaron muchos por elemental prevención. Además, varias fuentes coinciden en que el capitán del AN148 siniestrad­o, Valeri Gubanov, no quiso perder tiempo por el relativame­nte prolongado tratamient­o de las alas del avión con anticongel­antes.

Dicho con otras palabras –y a reserva de un análisis más detallado de los registrado­res de vuelo del Antonov–, entre los expertos que investigan lo sucedido comienza a prevalecer la opinión de que un error humano, inexplicab­le para pilotos tan experiment­ados, provocó que un vuelo que debía durar poco menos de dos horas terminara minutos después de haber empezado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico