A 80 AÑOS DE LA EXPROPIACIÓN PETROLERA
La lucha del sindicato petrolero empezó con varios objetivos: igualar las condiciones contractuales de trabajo y estandarizar salarios iguales y el aumento a éstos. Las compañías petroleras se negaron al pliego petitorio, por lo que los trabajadores emplazaron a huelga; el general Cárdenas se hallaba en ese momento en la Comarca Lagunera repartiendo tierras a los campesinos; una Comisión del sindicato y del propio Comité Nacional se entrevistaron con el Presidente Cárdenas, el cual les solicitó que no fueran a la huelga para que no hubiera repercusiones negativas en cuanto al reparto agrario que se daba en ese momento. Los trabajadores estuvieron de acuerdo en brindar apoyo al Presidente, dando un tiempo amplio, necesario para que las compañías petroleras analizaran el caso. El plazo se cumplió y los representantes de las compañías se negaron a la petición generalizada del sindicato, por lo que se llevó a cabo la huelga.
Ochenta años han pasado de lo que fue la expropiación petrolera, que sin duda alguna coadyuvó a que se diera la industrialización y a que la derrama de recursos económicos hicieran se multiplicara la infraestructura que el país necesitaba para la comunicación y los servicios que tendrían que darse.
Desafortunadamente con la llegada de presidentes tecnócratas, antipatriotas, con políticas neoliberales empezaron a trastocar, primero modificando las leyes constitucionales los artículos 27 y 28, después hicieron reformas privatizadoras y con ello regresaron las compañías transnacionales.
Estamos viviendo una época donde las condiciones hasta el momento han sido desfavorables para rescatar y orientar a favor de la nación la industria y la renta petrolera. A pesar de ello será el pueblo mexicano, las mayorías, las que no cejarán en este propósito, tomando en cuenta que la explotación del petróleo debe estar de acuerdo con la racionalización responsable y, principalmente, con el debido respeto al medio ambiente, a la ecología y biodiversidad.