Conmemoran tercer aniversario de huelga de San Quintín
Integrantes de la organización Izquierda Revolucionaria (IR) realizaron este sábado una manifestación en el Hemiciclo a Juárez para conmemorar el tercer aniversario de la huelga promovida por jornaleros agrícolas de San Quintín, en el estado de Baja California, en demanda de respeto a sus derechos laborales básicos.
Ismael Castro, miembro de IR, recordó que el paro de labores convocado por los trabajadores del campo estuvo motivado por las condiciones de trabajo “verdaderamente esclavizantes” que vivían, con jornadas de entre 10 y 12 horas continuas, y sueldos que no superaban los 120 pesos al día, en el mejor de los casos. Los jornaleros carecían de contrato colectivo de trabajo y servicios de seguridad social; las mujeres padecían acoso y otras agresiones sexuales, y las familias se veían obligadas a recurrir a la mano de obra de los menores de edad.
Aunque dicha situación ha cambiado muy poco en la actualidad, un avance importante en la lucha de los peones agrícolas es la formación del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas, que actualmente tiene cuatro secciones (en Ciudad de México, Morelos, Baja California y Aguascalientes) y está por abrir la quinta (en Jalisco), señaló el activista.
“Lo que se vive en San Quintín no es exclusivo de ellos: es lo que viven el conjunto de los jornaleros a escala mundial, por eso esta lucha se volvió un foco que atrajo la de otros. En los ingenios azucareros de Morelos les pagan sólo 40 pesos por tonelada de caña cortada; es realmente brutal”, recalcó.
Para Castro, una de las lecciones más importantes de la huelga realizada hace tres años en San Quintín es que la movilización y la lucha son necesarias, aunque sus resultados no sean inmediatos, porque sólo a través de ellas y de la organización, se podrán revertir las condiciones de pobreza y explotación de los jornaleros.
Los manifestantes demandaron también que les paguen el salario mínimo (88.36 pesos). “Cada día, como salario base para todos los jornaleros, más lo que produzcan y la entrega de toneladas que hagan al día”, explicó Rodríguez Jiménez.
Por su parte, el secretario de la sección 4 del Sindja en Morelos, Isidro Villanueva de la Cruz, dijo que también demandan vales de alimentación, herramientas de trabajo, un seguro de salud y vida, uniformes y botas de trabajo. “Porque hasta el machete con el que cortamos la caña lo tenemos que comprar de nuestro bajo salario”.
Y agregó. “Ya estamos hartos, día con día y año con año nosotros rascamos la tierra de Morelos y nunca tenemos ni para comer, mucho menos nos hacemos ricos, seguimos siendo pobres, ¿quién se enriquece?, el dueño de la empresa. La verdad es que nos sentimos muy explotados, ni vacaciones tenemos”, expresó Villanueva de la Cruz.
La jornada laboral de los cortadores de caña empieza a las 5 de la mañana y concluye a las 19 horas, por eso este sábado decidieron entregar su pliego petitorio para exigir mejores condiciones de trabajo que permitan a sus familias mejores condiciones de vida.
La mayoría de los cortadores de caña provienen de Puebla, Guerrero y Oaxaca, quienes se trasladan con toda su familia, esposa e hijos; sin embargo, no tienen casas para vivir. “Tenemos jacales de horcones (palos) y de carrizos, no tenemos servicios ni agua ni luz; vivimos muy mal y por eso queremos que nos paguen mejor, que nos reconozcan como sus trabajadores”, recalcó Isidro Villanueva de la Cruz, originario del estado de Guerrero.
Después de ocho horas de protesta, empleados del ingenio recibieron el pliego petitorio y ofrecieron, a nombre de la empresa, iniciar una mesa de diálogo el próximo 27 de marzo. En ese lapso de tiempo, cerca de cien camiones tipo torton cargados de caña de azúcar estuvieron varados en las inmediaciones del ingenio, en espera de que liberaran lo accesos de la factoría.