EN EL CHOPO

Aquella noche tocó BB King

abriel Barrón llegó aquel sábado 11 de octubre de 1980 al Museo Universitario del Chopo invitado por su sobrino Enrique Rivera. Desde ese fin de semana, Gabriel ha cumplido con el ritual de instalar su mercancía en terrenos choperos: “Empecé con discos y revistas”, dice de entrada. Incorporado ya al naciente Tianguis, compartió la etapa itinerante del mercado cultural rocanrolero: estuvo en el desalojo de los futuros choperos del museo y se unió a los jóvenes que ocuparon las banquetas de la calle Enrique González Martínez; después, en el estacionamiento de Sadi Carnot, “cuando el temblor del 85 estábamos allí. Luego nos fuimos a Ciudad Universitaria, al Poli y a Oyamel. Desde entonces sólo he faltado una vez”. La voz le cambia a Gabriel cuando reinicia la charla: “Es una historia triste. Fue cuando murió mi compadre Ernesto Blues Badillo. Fue impactante para mí, porque no se sabe dónde, ni cómo murió”. Gabriel hace memoria y platica sobre la última noche de Netos Blues. “Quedé con él de ir a ver a BB King al Metropólitan, el 6 de diciembre de 1996. En ese entonces yo tenía una papelería en el Centro y la tenía que atender, y como queríamos ver a BB King ya habíamos comprado los boletos. Él se adelantó al teatro porque me llegó mercancía, mucha mercancía. Me habló como tres veces por teléfono. En la última me dijo: ‘Compadre, ya vamos a entrar. Qué onda, te espero, o qué hago’. ‘Sabes qué, creo que mejor te metes y yo te busco’, le contesté. Desgraciadamente se me hizo noche y, aunque metí todo el material al aventón, ya no me dio tiempo llegar. Ya no fui. Ya no supe nada, hasta el otro día que me habló mi comadre. Eran como las 12 del día: ‘Oiga, compadre, ¿no sabe dónde está Ernesto?’ Le tuve que decir la verdad: ‘No, ya no pude ir al concierto y no lo vi’. ‘Pues no llegó, y es muy raro que él no llegue a casa’. Luego luego lo buscamos en la delegación, en la Cruz Roja. No lo encontramos. Me fui al negocio y como a las siete de la noche hablaron por teléfono. Contestó mi esposa y cuando vi que lloraba supe que algo había pasado: me dijo que ya habían encontrado a Ernesto, pero que estaba muerto”. Gabriel conserva el boleto que no utilizó esa noche. En la actualidad, una de las galerías del Tianguis del Chopo lleva como nombre Netos Blues Badillo; por su parte, Gabriel sigue cumpliendo el ritual que inició hace casi 38 años: vender