Sí hubo injerencia rusa para favorecer a Trump: senadores
Comité de Inteligencia confirma a Haspel, vinculada a casos de tortura, para dirigir la CIA
Declaración financiera del magnate confirma que rembolsó a su abogado el pago a actriz porno
Nutriendo los torbellinos de sospecha y controversia que marcan el régimen de Donald Trump, senadores concluyeron este miércoles que los rusos intervinieron en el proceso electoral presidencial para favorecer al entonces candidato republicano, y, por otro lado, se confirmó que el presidente reembolsó más de cien mil dólares a sus abogado privado por pagos a “terceros” (todo indica que para la estrella de porno Stormy Daniels), todo esto mientras una funcionaria que participó en un programa de tortura está a punto de ser ratificada como directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
El Comité de Inteligencia del Senado rompió este miétrcoles con la versión de su contraparte en la Cámara de Representantes al emitir un informe interno, junto con decenas de miles de documentos sobre su investigación, concluyendo que los rusos sí intervinieron en la elección presidencial de 2016 para favorecer a Trump. Declararon como “precisas” las conclusiones de la “comunidad de inteligencia”, al reiterar que “el esfuerzo ruso fue extenso, sofisticado y ordenado por el propio presidente (Vladimir) Putin con el propósito de ayudar a Donald Trump y dañar a Hillary Clinton”.
Esta conclusión contradice la del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes emitida el mes pasado, que criticó a la comunidad de inteligencia por su determinación de que los rusos favorecieron a Trump. Esta conclusión fue elogiada por Trump, quien siempre ha insistido que no lo favorecieron, y según él, esta versión confirmaba que no se encontró evidencia de la presunta colusión.
El Senado no ha concluido su investigación y aún está evaluando si hubo colaboración de algunos miembros en la campaña de Trump con los rusos.
Ambas cámaras están bajo control de los republicanos, y esto provoca problemas para la narrativa electoral del partido antes de los comicios legislativos de noviembre.
El Comité Judicial del Senado difundió también miles de documentos sobre la investigación que ofrecen mayores detalles sobre varios hechos que han sido foco de las investigaciones de la FBI, y ahora del fiscal especial Robert Mueller, entre éstos, la reunión en 2016 en la Torre Trump entre el hijo del magnate, el yerno, el entonces jefe de su campaña Paul Manafort y una abogada rusa vinculada con el Kremlin, quien decía que tenía información potencialmente dañina contra Clinton. Aunque no hay revelaciones dramáticas de inmediato, sí se generan aún más interrogantes que continuarán rodeando al equipo de Trump.
De hecho, los demócratas del comité indicaron que había múltiples indicaciones de la posible colusión e interacciones entre el equipo de Trump y los rusos durante la campaña.
Por otro lado, el Comité de Inteligencia del Senado aprobó este martes la nominación de Gina Haspel como próxima jefa de la CIA. Con ello, se pronostica que será ratificada por el pleno del Senado esta semana.
Haspel ha sido centro de un intenso debate sobre su papel en el uso de técnicas de tortura contra “terroristas”, incluida su estancia como supervisora de un centro de detención clandestino de la CIA en Tailandia cuando empezó la “guerra contra el terror”, durante la presidencia de George W. Bush, donde por lo menos un “sospechoso” fue sometido a tortura, así como su participación en la decisión de destruir videos de esas prácticas.
Después de que rehusó condenar y calificar de “inmoral” la tortura, y lamentar su uso por la agencia durante su audiencia ante el comité la semana pasada, poniendo su ratificación en duda, el martes envió una carta al comité declarando que “el programa de interrogatorios mejorado (así llamaban a esas prácticas) no es uno que la CIA debiera de haber empleado”. Agregó que “Estados Unidos debería ser un ejemplo para el resto del mundo, y yo apoyo eso”.