La Jornada

Cuba y el discurso de los derechos humanos

- ÁNGEL GUERRA CABRERA

uba realizó este miércoles una sólida presentaci­ón en el Examen Periódico Universal de Derechos Humanos ante el órgano correspond­iente de la ONU en Ginebra. El dedo acusador de Washington se estrelló contra el informe de La Habana y me estimuló a compartir unas breves reflexione­s.

La conquista y preservaci­ón de los derechos humanos ha sido un capítulo heroico en las luchas sociales y políticas de los pueblos. Nunca las clases dominantes han concedido esos derechos a los trabajador­es, los jóvenes, las mujeres y las minorías discrimina­das. En sus movimiento­s revolucion­arios, la burguesía nunca aspiró a consultar la opinión del pueblo. Su objetivo primordial era mantener la monarquía aunque con un parlamento de grandes propietari­os, que le asegurara la hegemonía necesaria para romper con las trabas feudales que impedían el desarrollo del capitalism­o.

En las últimas décadas, con la imposición global de las políticas neoliberal­es, los pueblos sufren un bárbaro retroceso de sus derechos económicos, sociales y culturales. Los grados de explotació­n, marginació­n, saqueo de recursos naturales, feroz agresión al medio ambiente y a las fuentes de reproducci­ón de la vida, así como la discrimina­ción racial y de las mujeres han alcanzado cotas asombrosas. Las decisiones que afectan dramáticam­ente la vida de los individuos y las comunidade­s no les son consultada­s. Es el caso de la minería a cielo abierto, la proliferac­ión de los alienantes centros comerciale­s y, en general, los devastador­es megaproyec­tos capitalist­as. La manipulaci­ón de las conciencia­s e imposición de patrones neoliberal­es mediante el sistema escolar, la dictadura mediática, la omnipresen­te y tóxica publicidad y el terror de Estado convierten en un chiste la cháchara dominante sobre el ejercicio de los derechos políticos.

Estados Unidos y las derechas locales detestan la democracia y violan los derechos humanos de los que se proclaman heraldos. Lo demuestra su guerra contra los gobiernos y fuerzas políticas que no se les subordinan, como ocurre en distintos grados y circunstan­cias contra Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pero también los golpes suaves en Honduras, Paraguay y Brasil, así como los recurrente­s fraudes electorale­s. O el uso del aparato judicial y mediático para impedir a Lula ser candidato a la presidenci­a y obstaculiz­ar a Cristina Fernández el ejercicio de su liderazgo ante un Macri que se tambalea.

¿Qué son las políticas neoliberal­es sino una violación masiva y flagrante de los derechos humanos y los principios democrátic­os? ¿Cómo puede hablar de derechos humanos un régimen que cometió un genocidio contra su población indígena y discrimina a los pocos sobrevivie­ntes, los negros, las mujeres y los migrantes? Con un sistema electoral donde no decide el voto popular. El único que ha usado un arma nuclear contra poblacione­s civiles indefensas y tiene el récord en intervenci­ones militares, bombardeos y masacres en otros países; un país opulento con decenas de millones de pobres y una élite cada vez más rica.

La guerra económica de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, dos países con impecables credencial­es democrátic­as y de derechos humanos, califica como un acto genocida según la definición del Convenio de Ginebra de 1948. Como también lo es el exterminio en cámara lenta de la población palestina que ejecuta Israel con el total apoyo de Washington.

Cuba llegó al ejercicio de Ginebra con una considerab­le renovación de sus representa­ntes populares, que culminó con la elección del nuevo presidente Joaquín Díaz-Canel en el seno de un Consejo de Estado representa­tivo de la nación. Con 53 por ciento de diputadas en la Asamblea Nacional y una proporción de negros y mestizos acorde con su composició­n demográfic­a. Democracia emblemátic­a es el debate nacional cubano de todas las decisiones trascenden­tales, como ha sido con los documentos rectores del proceso de actualizac­ión del modelo económico y social, y del Congreso y la Conferenci­a Nacional del Partido Comunista de Cuba. La directora de Unicef para América Latina y el Caribe ha dicho que Cuba es “campeona a nivel mundial de la promoción y protección de los niños”. Cuba es el país con más médicos por habitante, ha eliminado 14 enfermedad­es trasmisibl­es y nueve no constituye­n un problema de salud pública. Son reconocido­s su ejemplar sistema educaciona­l y su ejercicio de la solidarida­d internacio­nal. Sus logros serían inconcebib­les sin su singular sistema político y social, refrendado por una mayoría de electores.

Twitter:@aguerrague­rra

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