SALUD MENTAL, PADECIMIENTO CRUEL QUE ENFRENTA INDIFERENCIA
Ha resultado muy oportuno el artículo de Asa Cristina Laurell publicado en su prestigiado periódico sobre la falta de proyectos concretos que tiendan a resolver el lamentable estado en que se encuentran los sistemas de salud en México, uno de los sectores más perjudicados por las políticas de recortes al gasto público instrumentadas por los sucesivos gobiernos neoliberales del PAN y del PRI; sin embargo, en su larga lista de enfermedades epidemiológicas de salud pública que deben ser atendidas de manera inmediata falta el que tiene que ver con la salud mental de los mexicanos, uno de los padecimientos más crueles a los que se puede enfrentar cualquier ser humano ante la indiferencia o incomprensión de sus semejantes, incluyendo a su propia familia, cualquier persona que padece una depresión o trastorno de ansiedad enfrenta un sistema donde los centros de salud mental no existen o están siendo desmantelados, donde la espera para consultar con un especialista en el Issste o el Seguro Social puede tardar varios meses mientras el individuo sufre cada día sin querer ver el siguiente de su vida. El hecho de que la Secretaría de Salud no quiera verlo como un problema de salud pública es porque aparentemente no hace aumentar la mortalidad, como el cáncer o un infarto, sin embargo, según el especialista Joaquín Gutiérrez Soriano, del departamento de siquiatría y salud mental de la UNAM (Gaceta UNAM 4,957) sí pueden empujar a la muerte. Frente a las decenas de especialistas, siquiatras, neurólogos, que no encuentran trabajo o se tienen que ir del país, se encuentran decenas de enfermos mentales que quisieran conocer las famosas terapias cognitivo-conductuales, el método Mindfulness y todos los que puedan aliviar este cruel dolor. El trastorno de ansiedad se asemeja a cuando una persona siente que se está ahogando y ve a todas las demás respirar.