LAS REBANADAS DEL PASTEL
Más tardado que un culebrón de la tele ha resultado el pronunciamiento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en torno a la candidatura senatorial por Morena de Napoleón Gómez Urrutia. Largas y más largas, sin justificación alguna, mientras su decisión se mantiene en el fondo del congelador. La postergación permanente, pues, lo que no sólo constituye una falta de respeto para el electorado y al propio candidato, sino una forma adicional de calentar el de por sí hirviente panorama político, sin olvidar que tal actitud ha dado pie a la permanente agresión en contra del aspirante, con todo y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró –por unanimidad de los ministros y en sentencia firme– desde agosto de 2014. Pero algunos, financiados por los barones de la minería, están duro que te dale, intentando con ello influir en la decisión de dicho órgano colegiado. Ya Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a los magistrados electorales para que “no se dejen presionar, porque tengo información de que los están apretando para que tomen una decisión en contra” del líder minero. “Yo les diría a los magistrados que actúen de conformidad con la ley, que no permitan la presión de nadie y que resuelvan con absoluta libertad, apegados a la ley; lo que no quiero es que las autoridades sean títeres, sean peleles de la mafia del poder”. Y en la misma situación se encuentra la candidata morenista Nestora Salgado, también vilmente atacada. Entonces, ¿para cuándo la decisión, señoras y señores del TEPJF?