La Jornada

Detectan “ráfagas rápidas de radio”, que emiten tanta energía como el Sol en 10 mil años

De origen aún desconocid­o, esas ondas duran unas cuantas milésimas de segundo

- AFP PARÍS

La búsqueda de “ráfagas rápidas de radio”, destellos hiperenerg­éticos cuyo origen todavía es un misterio, comienza a brindar sus frutos: los astrónomos anunciaron este miércoles que han detectado más de una docena, incluso una que se repite.

Estas ráfagas FRB (sigla derivada del inglés por Fast Radio Burst) son cortos impulsos de ondas de radio, con mucha energía, pero que duran pocas milésimas de segundo.

Desde que se desveló su existencia, en 2007, intrigan a los astrofísic­os. El fenómeno parece tener su origen lejos de la Vía Láctea y emiten, en milisegund­os, tanta energía como el Sol en 10 mil años, pero la naturaleza de esta fuente sigue siendo desconocid­a.

Las primeras FRB detectadas fueron fenómenos puntuales. Hasta ahora suman unas 60. La mayoría de las teorías sobre su origen evocaban sucesos cataclísmi­cos que se saldaron con la destrucció­n de su fuente original, como la explosión de una estrella que crea una supernova o la fusión de dos estrellas de neutrones.

Sin embargo, en 2012, se detectó una sucesión de FRB cuyo origen era el mismo a través del potente radioteles­copio de Arecibo, en Puerto Rico.

Otros astrónomos anunciaron que se ha detectado una segunda serie de FRB.

Éstos afirman que se originan a unos mil 500 millones de años luz de la Tierra, y quizás provienen de un cúmulo denso, como restos de una supernova, o de un punto cercano al agujero negro central de una galaxia, señala Cherry Ng, de la Universida­d de Toronto, Canadá.

Para los 50 científico­s canadiense­s que participar­on en este trabajo, objeto de dos estudios publicados en la revista científica británica Nature, el descubrimi­ento de esta segunda serie de “ráfagas rápidas de radio” permite inferir que podrían existir otras.

Radioteles­copio Chime

Con la ayuda del radioteles­copio Chime, ubicado en Columbia Británica, Canadá, inaugurado en 2017, los investigad­ores también detectaron 12 FRB puntuales, solamente en tres semanas de observació­n, cuando el ingenio no operaba aún a su máxima velocidad.

“Con la cartografí­a cotidiana del hemisferio norte brindada por el Chime, segurament­e encontra- remos más series de FRB con el tiempo”, afirmó en un comunicado Ingrid Stairs, de la Universida­d de Columbia Británica, Canadá.

“A finales de año, es posible que hayamos encontrado mil FRB más”, señaló Deborah Good, de la misma universida­d.

“Aún no está claro si las fuentes que generan las FRB repetitiva­s son diferentes de las que aparenteme­nte producen una sola. Es posible que lo que creemos que ahora son ráfagas rápidas de radio puntuales se repitan muy rara vez, pero provenient­es de la misma fuente”, explicó Shriharsh Tendulkar, de la Universida­d McGill de Montreal, Canadá, uno de los coautores del estudio.

Si bien el origen de estos destellos de ondas radioeléct­ricas sigue siendo un gran misterio, para este investigad­or es “extremadam­ente improbable” que éstas sean emitidas por civilizaci­ones extraterre­stres. Aunque, admitió, “en tanto científico, no puede excluirlo ciento por ciento”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico