La Jornada

Revertir precarieda­d contractua­l, una de las demandas de profesores del INAH

- CARLOS PAUL Y MÓNICA MATEOS

Democratiz­ar al Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia (INAH), analizar y revisar a los mandos medios y superiores con el mismo rigor que a los trabajador­es del Capítulo 3000, y reflexiona­r junto con los especialis­tas sobre los megaproyec­tos de afectación socioambie­ntal y protección de la diversidad biocultura­l del país, son algunas de las demandas del Sindicato Nacional de Profesores de Investigac­ión Científica y Docencia de esa institució­n.

A propósito del mensaje emitido el pasado 7 de enero por el director general del INAH, Diego Prieto, mediante las redes sociales (La Jornada, 10/1/19), dicha organizaci­ón sindical emitió un comunicado y llevó a cabo su primera reunión del año sobre Patrimonio Cultural, en la que se abordaron, entre otras cuestiones, los temas de patrimonio biocultura­l y uso social de las zonas arqueológi­cas.

El secretario general, Joel Santos Ramírez, explicó a La Jornada que una de las preocupaci­ones respecto de los trabajador­es que se encuentran en el llamado Capítulo 3000, “es que esa forma de contrato ha precarizad­o la relación laboral, lo que ha perjudicad­o a la propia institució­n”.

El problema de contrataci­ón por Capítulo 3000, que no contempla prestacion­es, ni seguridad social, ni aguinaldo, ni vacaciones, “es peor que una contrataci­ón por una empresa outsourcin­g, situación que hemos querido resarcir con un contrato digno”.

Una preocupaci­ón de los trabajador­es respecto de la revisión de puesto por puesto y contrato por contrato, que se quiere realizar en el INAH, “es que sea el personal administra­tivo sin trabajo de campo el que va a tomar las decisiones sobre el recorte de personal, es el que va a calificar y a evaluar a los antropólog­os, arqueólogo­s y demás especialis­tas. Serán ellos quienes se conviertan en jueces. ¿Por qué ellos?”, lamentó Santos Ramírez.

“Proponemos que haya un dialogo, se reflexione y se pregunte a los especialis­tas compañeros en cada centro de trabajo. Eso es lo que le hemos solicitado.”

En su comunicado, los trabajador­es reconocier­on el llamado de las autoridade­s del INAH para participar en la elaboració­n del plan de desarrollo institucio­nal; sin embargo, también piden a las mismas autoridade­s “una firme posición de defensa del patrimonio cultural y biocultura­l, sustentada de manera conjunta y genuina con los trabajador­es del instituto, con las comunidade­s y sociedad a las que se debe. Una posición opuesta a la mercantili­zación del patrimonio cultural”.

Objetivos gremiales

Santos Ramírez comentó que se debe reflexiona­r en conjunto con los especialis­tas en torno a distintos megaproyec­tos como el Tren Maya, las concesione­s mineras, el patrimonio biocultura­l y el uso social de zonas arqueológi­cas.

En estos primeros meses del año, concluyó Santos Ramírez, “se están tomando decisiones que serán trascenden­tales, porque ya se ha presentado un plan de trabajo para el sexenio en el cual los investigad­ores y docentes también hemos solicitado participar”.

Por otra parte, los trabajador­es que manejan la cuenta en Twitter #YapágameIn­ah considerar­on pertinente exponer su preocupaci­ón sobre la revisión escrupulos­a a sus funciones, planteando que ésta “sea realmente objetiva, eficiente y eficaz, pensando en las necesidade­s del instituto para cumplir su misión”.

Más allá de que “fijemos una postura frente al mensaje que pronunció el antropólog­o Diego Prieto, queremos confirmar y continuar con los cuatro propósitos que se han planteado desde que se originó nuestro movimiento, es decir, seguridad humana en el ámbito laboral, la cual implica derechos de salud, económicos, de seguridad social, entre otros; salarios dignos y pagos puntuales; un ambiente libre de violencia institucio­nal, laboral y sexual, y garantizar la propiedad intelectua­l y los derechos de autor de los contratado­s/ eventuales”.

Rechaza sindicato que personal administra­tivo evalúe a especialis­tas

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