Gobernar
C ualquier consideración crítica sobre el ejercicio de un gobierno remite a cuestiones de índole práctica. Ciertamente, hay distinciones relevantes en los postulados políticos e ideológicos que llevan a que un individuo o un partido triunfen en una elección y gobiernen. Pero el impacto que eso tiene en la vida cotidiana y en el horizonte de la existencia de la gente es un referente ineludible.
En Gran Bretaña el debate político ha estado centrado por casi dos años en el proyecto conocido como Brexit, su salida de la Unión Europea. El proceso se inició luego de una consulta vinculante, lanzada por el primer ministro David Cameron en 2016; le costó el cargo y ha llevado a su sucesora, Theresa May, a un complicado proceso de negociación con el gobierno europeo asentado en Bruselas.
La negociación no prospera, las complicaciones son grandes y las consecuencias adversas de un Brexit duro, es decir, sin un pacto conveniente para los británicos, es admitido por todos. Las perspectivas para esa sociedad son inciertas, es posible que una nueva consulta arrojara un resultado distinto. La