Sufre May catastrófica derrota en el...
“El resultado de la votación de hoy es la peor derrota de un gobierno desde los años 20 en este recinto. Es catastrófico”. Pero después de que los disidentes del Partido Unionista Democrático y los rebeldes del Brexit dijeron que apoyarían a May en el voto de confianza, y se mostraron favorables a su promesa de que resolverían los desacuerdos, esto llevó a cuestionar cuál será la siguiente propuesta de Corbyn.
Los diputados laboristas que están decididos a apoyar un nuevo referendo parecieron decepcionados cuando el portavoz de Corbyn indicó que su líder quería explorar otras alternativas.
Justine Greening, ex secretaria de Educación, dijo que el acuerdo de May ya está “muerto” e insistió en que la única manera de avanzar es seguir con el Referendo de Última Palabra, en favor del cual The Independent ha hecho campaña.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, también insinuó que Gran Bretaña no debe celebrar una segunda consulta, al tiempo que el comisionado de la UE, Jean Claude Juncker, dijo que Gran Bretaña tiene que definir sus intenciones y advirtió que “el tiempo se está acabando”.
Antes de la votación sobre el acuerdo, Theresa May llamó a los diputados a entender la magnitud de su decisión y les dijo: “Este es el voto más significativo que todos tomaremos como parte de nuestras carreras políticas. Es una decisión que vamos a tener que justificar y con la que tendremos que vivir durante muchos años. Un voto en contra del acuerdo es un voto por nada más que la incertidumbre y la división”.
Pero esto no fue suficiente, tampoco lo fue una medida de presión de la primera ministra y de su procurador general, Geoffrey Cox, para convencer a sus críticos en las horas previas a la votación, donde muchos de los que participaron en el debate previo expresaron su oposición. El ex procurador general conservador, Dominic Grieve calificó de “entretenida” la intervención de Cox, pero añadió que lo llenaba de “pesar” ver al gobierno británico “recurrir a argumentos tácticos dignos de una defensa criminal”.
Grieve aprovechó una analogía hecha por Cox, quien comparó el hecho de abandonar el acuerdo con “encerrarse en un vacío hermético” en la búsqueda de un mejor futuro. “Me temo que, en mi opinión, o nos asfixiaremos como nación, o bien, encontraremos un paisaje que nos agrade más cuando la puerta finalmente se abra”.
El presidente conservador del Comité de Defensa, Julian Lewis, subrayó: “Debido a que el Brexit de- be significar Brexit y no hay acuerdo que sea mejor que este mal acuerdo, votaré no, no y no”.
Mucha de la oposición que enfrentó May fue debido al polémico Irish backstop, que entrará en vigor si no hay acuerdo en las futuras relaciones comerciales con la Unión Europea para diciembre de 2020, en cuyo caso Reino Unido puede encontrarse dentro de una unión aduanal indefinida hasta que se decida un nuevo pacto.
Los diputados John Barron y Edward Leigh propusieron enmiendas que buscaban dar a Gran Bretaña el derecho de abandonar el backstop, con el temor de que la nación pudiera empantanarse en él. Ambas propuestas fueron rechazadas por el gobierno con el argumento de que podían socavar el acuerdo de separación de la UE.
Otro opción que pudo haber mitigado la derrota del gobierno ni siquiera fue elegida para ser votada y la propuso el vocero John Bercow, lo que provocó la furia conservadora por su papel en los procesos parlamentarios.
El diputado Bill Cash llamó a la primera ministra a “considerar su posición y hacerlo con dignidad y sin encono” ante el resultado de la votación.