EL CORREO ILUSTRADO
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que pretende le den cabida o participación, para que junto con la administración federal, influir en el nuevo proyecto de educación en México.
Deberá desecharse tal intervención, ya que está sentado el precedente que este organismo estuvo involucrado en el pasado proyecto, es decir, la mal llamada reforma educativa que está por abrogarse, por tratarse de un retroceso y de una reforma que lesionaba los derechos laborales por un lado y, por otro, introdujo una educación diseñada con base en una visión estratégica empresarial –competitiva, privatizadora–, es decir, de acuerdo con los intereses del mercado.
La OCDE, habla de la mejora de las escuelas, pero la verdadera intención sigue siendo la preservación de un modelo educativo acorde con los intereses capitalistas; con la mayor participación de la iniciativa privada se provocaría una perversa desigualdad en todas sus formas.
Debe verse y hacerse todo por una educación con proyecto de un país diverso, como el nuestro, es decir, intercultural y bilingüe, con vinculación en la ciencia y la tecnología, evitando la informalidad laboral y la explotación, para ello es necesaria la industrialización gradual en las principales ramas de la economía con presencia mayoritaria de capital nacional y mixto, acorde con la protección del medio ambiente como prioridad, dando un giro importante en el desarrollo de la investigación y la ciencia para impulsar a las fuerzas productivas que eleven la calidad de vida del pueblo mexicano. De los neoliberales no se puede esperar una educación pública científica, ni mucho menos humanística como la que México requiere.